¿Dónde vas Almería con la tasa turística?

¿Qué ofrece Almería al visitante que no sea sol y playa Este término esta obsoleto

Recién llegado de viaje, la semana pasada, y en las páginas de este diario, se manifiesta el portavoz del grupo municipal morado, llevar la propuesta de la tasa turística al pleno municipal. Que me perdone el buen interés de este efímero político pero la comparación que hace es la similitud entre un huevo y una castaña. Según el edil morado, “esta medida que ya funciona en otros municipios de Cataluña y Baleares tiene como objetivo que los turistas contribuyan a la mejora de la experiencia turística, la conservación de nuestro patrimonio y la promoción de un turismo responsable que beneficie tanto a los visitantes como a nuestros vecinos y vecinas”. La idea es maravillosa y productiva. ¡¡Claro que sí!! Pero cómo puede comparar nuestra capital y provincia, incluyendo el impresionante Cabo de Gata, con ciudades como Roma, Ámsterdam o Berlín, y otras que ya padecen en sus venas y arterias turismofobia, por la masificación de sus calles. Habrá días en los que estas ciudades y alguna otra se queden pequeñas. En esas ciudades la gente bulle por todos los rincones disfrutando de la esencia, del cariz, del misterio de la ciudad que encierra historia, arte, cultura, literatura, belleza que le es intrínseca, etc. La mayoría de los visitantes quieren contar a sus allegados que un día estuvieron allí.

¿Qué ofrece Almería al visitante que no sea sol y playa? Este término esta obsoleto. Al turista hay que ofrecerle algo más, y ese algo más “las cabezas pensantes de la política turística local lo tiene que generar y poner en valor”. Lo que aporta el turismo al PIB nacional, sobre el 12%, y generando miles de puestos de trabajo, por encima de la industria y la construcción, es consecuencia de esa “Spain is diferent”, ya que el turismo, especialmente el de fuera, no se queda en la habitación del hotel, sino que sale, come, cena, entra en bares, comercios, espectáculos, consume durante el día y buena parte de la noche, constituyendo el principal motor económico de esas ciudades turísticas por antonomasia. ¿Qué podemos ofrecer más que no sean nuestras idílicas playas y un sol radiante y diferenciador de todo el arco mediterráneo? Hay que ofertar cultura, gastronomía y ocio. No va más.

En grandes ciudades turísticas el pago de la tasa está determinado por noche de estancia y está destinado a financiar proyectos y programas que contribuyan al desarrollo integral y sostenible del turismo.

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