UD Almería I CE Sabadell I La crónica

Polémico resbalón del Almería

  • Una interpretación rigurosa del reglamento de Ocón Arráiz permite al Sabadell llevarse un punto del Mediterráneo, en el partido correoso que José Gomes había dibujado en la previa

  • A los rojiblancos les faltó el punto de mordiente e intensidad que les caracteriza

  • Vïdeo resumen del partido

El libre indirecto que daba el 2-2 al Sabadell.

El libre indirecto que daba el 2-2 al Sabadell. / Javier Alonso

El sábado acababa con la agradable noticia de la derrota del Espanyol en Gerona y el domingo comenzaba con el intento de asalto al liderato del Almería. La primera premisa para ello era vencer al Sabadell en casa; la segunda era hacer lo propio en Butarque, en el partido que Filomena obligó a suspender hace unas semanas por la nieve y que todavía no tiene fecha. Pero partido a partido que ha pedido José Gomes, primero vencer a un rival más complicado de lo que indica su situación clasificatoria.

Los rojiblancos llegaban al partido con las ausencias de Akieme y de Maras de última hora, y con un clima de euforia que el míster ha tratado de rebajar públicamente. Después de un comienzo liguero malo, los indálicos se han plantado a las puertas del ascenso directo gracias a una tensión competitiva en cada partido que faltaba en las primeras jornadas. Sólo hace falta recordar las palabras de Petrovic al perder en Las Palmas. Para evitar que el 5-0 al Alavés subiera a la nube a sus jugadores, Gomes ha alertado del peligro del Sabadell.

Precisamente en la Nova Creu Alta comenzó el despegue almeriense, en un partido en el que supo sufrir para llevarse el gato al agua a la contra. El duelo comenzó con mucha intensidad, con un Almería que presionó arriba y se encontró a las primeras de cambio con un par de contras visitantes, que casi le cuestan un susto. La punta de la bota de Ivanildo y la yema de los dedos de Makaridze evitaron que el Sabadell se adelantara. Las advertencias de Gomes se demostraba que no eran caprichos.

Entraba bien de inicio el Almería por banda, sobre todo por la derecha. Corpas y Balliu percutían una y otra vez, aunque sus centros no llegaba a cazarlos Sadiq. Movía el balón con rapidez el conjunto rojiblanco, quizás le costaba algo superar la primera línea de presión, pero estaba recuperando rápido. Eso sí, el Sabadell estaba encontrando bien los espacios cuando cogía al Almería demasiado adelantado. Precisamente un saque de puerta catalán se convirtió en una asistencia a Álvaro Vázquez, que fue arrollado en la frontal del área. Falta peligrosísima y Makaridze que se vuelve a lucir. Las tres mejores ocasiones, pasada la primera media hora, era visitantes.

Paradón de Makaridze a falta de Álvaro Vázquez. Paradón de Makaridze a falta de Álvaro Vázquez.

Paradón de Makaridze a falta de Álvaro Vázquez. / Javier Alonso

Las dudas se habían instalado momentáneamente en los de Gomes. Sin ocasiones, al final cualquier equipo se ahoga por mucha posesión que trate de tener. Por contra, al Sabadell le estaba saliendo bien el juego vertical y se le notaba más entero. Carvalho ayudó a recuperar el pulso del juego, quiso el balón, se movió y provocó la llegada con más peligro de los almerienses. Unos milímetros evitaron que Sadiq hiciera el primero.

Makaridze salva, Mackay falla

Esos mismo milímetros fue los que le faltaron dos minutos después al meta Mackay para despejar un saque de esquina muy bien botado nuevamente por Carvalho, que se quedó muerta en el área chica y Samú se lazó por ella como un león. Valiente el mediocentro, se jugó la cabeza de plancha para hacer el 1-0 con el que irse al descanso. Makaridze había salvado al Almería, mientras que el meta rival había fallado regalando tanto el córner como el balón servido desde la esquina.

El botín era muy bueno para la segunda parte, pero el trabajo se iba a multiplicar tras la vuelta de los vestuarios, puesto que el Sabadell iba a dar un paso al frente. No podía descentrarse el Almería, tenía que mantener la tensión atrás y tratar de generar más arriba, para que los catalanes también sufrieran. Los arlequinados apelotonaron a muchos jugadores en la zona de máquinas, había demasiado tráfico en la medular.

El Almería tenía espacios si era capaz de zafarse de la presión y para ello debía de tirar de recursos y evitar que el balón cayera en la marabunta del centro del campo. Para ello Gomes dio entrada a Lazo, era una fase de partido para correr, puesto que la posesión se la había adueñado el Sabadell. Nada más entrar, el gaditano la tuvo tras un rechace de Mackay a disparo de Corpas, pero el meta visitante ahora sí estuvo seguro.

Samú se lanza para marcar el 1-0. Samú se lanza para marcar el 1-0.

Samú se lanza para marcar el 1-0. / Javier Alonso

Faltaba algo menos de media hora y pasó lo que podía pasar cuando la ventaja en el marcador es raquítica y las sensaciones de juego no son buenas. El Sabadell empató por mediación de Rubio. De cabeza desde el área grande. Después de una jugada en la que ganó por ir más fuerte a la disputa. El Almería había bajado la intensidad y lo estaba pagando. Lo peor es que los visitantes transmitían más, necesitaban un aviso rojiblanco para estar tan sueltos.

Fue Sadiq el que dio el zarpazo, un doble zarpazo. El primero a la contra, con gol incluido, pero estaba por milímetros en fuera de juego. Necesitaban sus compañeros de esas cabalgadas, de la potencia y la puntería del nigeriano. Y apareció justo en el punto de inflexión del partido. Lazo, que es un genio cuando no abusa del disparo, puso una asistencia maravillosa al desmarque del delantero, para que batiera por bajo a Mackay.

Inaudito libre indirecto para el 2-2

En cualquier otro partido, el 2-1 no se le escapaba al Almería. Pero éste era el partido en el que le iban a crecer los enanos, justo el día en el que debía de afrontar el intento de asalto a los puestos de ascenso. Un resbalón de Makaridze y una jugada acción entre desgraciada y controvertida, por doble toque del meta al sacar de puerta. Libre indirecto que anota Hernández para hacer el 2-2. El reglamento pone eso, pero el espíritu de la norma está mal interpretada por el colegiado. Las leyes se interpretan para impartir justicia, no se aplican de manera torticera.

Y se acabó. A los de Gomes se le escapaban dos puntos, que había rozado, pero ciertamente no habían merecido del todo. El míster se olía que algo así como podía pasar y finalmente ocurrió. Primera oportunidad de hacerse con el liderato desaprovechada. Ahora vuelve a disputarse la Copa y se elimine o no a Osasuna, piano piano.

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