UD LAS PALMAS 0-1 UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

Un nuevo modelo para el futuro Almería

Embarba intenta taponar un disparo de Moleiro

Embarba intenta taponar un disparo de Moleiro / Ángel Medina G. / EFE (Las Palmas de Gran Canaria)

Que le sirva de lección a la propiedad y directiva la manera de lograr la primera victoria de la temporada. De cara al futuro y con el objetivo de volver a Primera más fuertes, se debería incidir en un aspecto capital en el fútbol actual, que no está basado en aquella teoría ofensiva de Cruyff que en los 90 revolucionó el fútbol, sino en todo lo contrario. Un gol en el estadio de Gran Canaria ha bastado para lograr el primer triunfo de la temporada, más allá de las proclamas de Mel en su primera rueda de prensa acerca de divertirse con el balón.

El líder de la liga española es el que menos tantos ha encajado, el líder de Segunda también, los tres primeros clasificados de la Premier League, igual, y así podríamos seguir. A veces nos cegamos con las habilidades ofensivas y la creación de determinados jugadores, obviando de más la contundencia y el orden del bloque, que en la mayoría de casos resulta más atractivo y práctico, sobre todo al amparo de una victoria.

¿Cuántas veces se adelantó la UDA en el marcador en el presente curso? Casi nos faltan dedos para contabilizarlo. ¿Y de qué sirvió? De nada, o quizá aún peor, de mucho para hundir mentalmente a unos jugadores que pese a hacer una buena tarea durante esos partidos en determinados conceptos, se vieron penalizados en numerosas ocasiones por el desorden y la endeblez no solo de la zaga, sino de todo el bloque.

Las victorias quedan, y el supuesto mal juego se olvida en favor de aquella parada o aquel despeje de mérito, como les suele ocurrir a los conjuntos de Bordalás, cuando un solo gol se convierte en suficiente botín para lograr los tres puntos. Los seguidores rojiblancos están contentos, el nuevo técnico también, los jugadores y seguro que la propiedad del club con esta victoria, pero más bien nos acordaremos de la destrucción y no de la construcción y cómo no, de las paradas de Maximiano, un integrante más del once, que para eso está.

Por cierto, en la retransmisión televisiva el MVP elegido por el público fue Baptistao, en vez del cancerbero luso. Sin comentarios. Aun con todo salieron a relucir determinados aspectos negativos del pasado, como la ocurrencia de Ramazani de dar una asistencia en un contragolpe en vez de disparar a puerta cuando estaba más solo que la una, habiendo podido lograr el tanto de la tranquilidad, la inoperancia de Marezi, la falta de ritmo de Melero o la escasa preparación física que aún muestran los rojiblancos, unido a la ausencia de Arribas, Lopy, Luka, la de un central tan expeditivo como Radovanovic en la segunda mitad, la de un delantero centro al uso como Lozano, etcétera...

¿Todo ello qué demuestra? Lo argumentado en esta acta, o sea, la importancia del orden, del físico y de la contundencia por encima de ciertas virtudes a priori más vistosas. ¿Cuál es el problema? Que este Almería es vendedor y propone en demasía el lucimiento individual de determinados jugadores, olvidando que en la sórdida solidez de un proyecto anida el futuro de la entidad. Una vez colocados los cimientos más firmes, todo ello se puede aderezar con determinados jugadores que le otorguen al club con sus ventas el rédito suficiente para seguir creciendo. La vida no para de dar lecciones.

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