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El Almería, erre que erre (0-1)

  • Nuevo partido desesperante de los rojiblancos en casa, maniatados por FF, que demuestran que no son fiables para alcanzar el ascenso

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Gol alcorconero.

Gol alcorconero. / Javier Alonso

La vuelta de Fran Fernández a la que fue su casa prometía un encuentro cargado de emociones fuertes. Por una parte, un Almería que tenía que ganar, que necesitaba ganar para aprovechar el empate que sonaba como un regalo del Huesca-Cádiz. Por otro, un Alcorcón que de momento no había perdido ni un solo choque lejos de Santo Domingo.

Guti apostó por una carcasa de equipo parecido al de la victoria en Zaragoza, aunque con algunos cambios para refrescar y tratar de frenar las contras alfareras. Francis salió como extremo derecho por Corpas, mientras que Juan Muñoz sustitutía a Villalba en la mediapunta. Además, Appiah seguía en la izquierda después de su buena primera parte de hace cuatro días.

El fuerte calor que ya se nota en la provincia iba a marcar un choque arrancó con una presión muy alta del Alcorcón. FF sabía que los de Guti sufren si no sacan limpio el balón desde atrás y los obligó a cambiar de cambiar de filosofía. No iba a ser malo el cambio. A los 8 minutos, Costas encontró con un balón en largo el desmarque de Darwin, que se plantó solo ante Dani y falló. Como ante Albacete y Zaragoza, en el mano a mano, no puede desaprovechar un goleador ocasiones tan claras.

Sin hacerle falta un juego brillante, el Almería poco a poco se fue haciendo con la posesión y mandaba en el partido. Gozó de varias faltas laterales y saques de esquina, que no encontraron rematador. A los rojiblancos se les veía cómodos y estaban atentos a las contras que querían montar los de FF, infructuosas hasta el momento.

Pasada la primera media a los de Guti sólo les faltaba generar alguna buena ocasión. Appiah conducía las llegadas por banda, pero cerca del área nadie era capaz de filtrar un buen balón o de poner un centro digno de ser rematado. A los 40', llegó la última ocasión de la primera parte para los rojiblancos, con un gran cabezazo de De la Hoz, que obligó a sacar una gran manopla a Dani, cuando se cantaba el primero.

Mazazo antes del descanso

A falta de un minuto para la conclusión llegó el primer fallo rojiblanco atrás y el Alcorcón, a diferencia de un Almería estéril, sí que encontró puerta. Ernesto le ganó la espalda a Martos y batió a Fernando cruzado. Merecido no, pero el equipo de FF juega a esto y es digno de resaltar la eficacia y la efectividad que los rojiblancos no son capaces de encontrar.

Las dos rotaciones con las que comenzó el partido se deshicieron en el comienzo de la segunda parte: Corpas y Villalba al campo. Se ofuscaban los almerienses en atacar por el centro y por ahí la muralla madrileña estaba bien formada. Una carrera de Balliu iba a ser la primera llegada, nuevamente sin remate.

Los minutos pasaban y el Almería tenía la misma ansiedad que ante Las Palmas, se estaba repitiendo el guión secuencia a secuencia. Las cosas pudieron ponerse mucho peor a los 65', cuando Sosa chutó desde el centro del campo, con Fernando adelantado, y el balón salió a escasos centímetros del palo.

Balón colgado al área y despejado sin problemas por el Alcorcón. Balón colgado al área y despejado sin problemas por el Alcorcón.

Balón colgado al área y despejado sin problemas por el Alcorcón.

Poco más que destacar de una segunda parte deprimente y desesperante. El Almería así no va a ninguna parte, es engañarse el pensar que un equipo que ofrece tan poco en casa, es capaz de alcanzar el ascenso. De hecho, la única que tuvo fue en los pies de Barbero a bocajarro y no fue capaz ni de rematar entre los tres palos. En partidos así, como se echa de menos la figura de Sekou. En el mercado de invierno se le fue a los indálicos buena parte del potencial necesario para pelear por la Primera División.

Ni una variante táctica, ni un atisbo de reacción desde el banquillo, sólo un ramalazo de rabia cuando el Alcorcón se veía ya con el botín, insuficiente para ser capaz de batir a un equipo tan ordenado. Las malas sensaciones de hace una semana se vuelven más y más grandes, y las distancias con Cádiz y Zaragoza vuelven a abrirse.

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