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Azufaifas de Abrucena para la comunidad china

Chang y Wu recogen azufaifas de la finca de Fran Aguilera y Manoli Fernández.

Chang y Wu recogen azufaifas de la finca de Fran Aguilera y Manoli Fernández. / Rafael González (Abrucena)

El perro de Francisco ladra, más por con ganas de juguesca que con el colmillo afilado. Son las siete de la mañana, el sol ya había que este sábado va a ser caluroso. El final del verano no da tregua. Por suerte, el levante es más agradable en Abrucena que en la capital.

El coronavirus ni está ni se le espera por estas fincas, no sería bien recibido. Pese a ello, las medidas de seguridad se guardan igual de severas que en el resto de Almería. Hay que recoger más de 800 kilos azufaifas para unos compradores peculiares que tienen los agricultores abruceneros Francisco Aguilera y Manoli Fernández.

Se trata de Xianzhong Zhang y Chang Gan Wu, dos empresarios chinos afincados en Almería hace años, que distribuyen para su comunidad por toda España y parte de Europa este fruto tan preciado en la gastronomía asiática. Ropa cómoda, mascarilla cuando no se pueden guardar las distancias (aunque lo difícil en un terreno tan grande es estar cerca de otro recolector) y a buscar este fruto de tono dorado, que cuando toma tonalidad ocre es que está dulce como el caramelo.

En la tarea de recolección participan los dos agricultores abruceneros, cuya finca está en los mismos pies de la Sierra Nevada almeriense, tres peones, los dos empresarios chinos y hasta el alcalde de la localidad, Ismael Gil, al que no se le caen los anillos por ayudar a un vecino: “Fran es un ejemplo, está aportando mucho a la economía de Abrucena. Poco a poco va creando puestos de trabajo y eso se lo agradecemos”.

Los dos empresarios chinos y el agricultor abrucenense, con azufaifas en las manos. Los dos empresarios chinos y el agricultor abrucenense, con azufaifas en las manos.

Los dos empresarios chinos y el agricultor abrucenense, con azufaifas en las manos. / Rafael González

Con la maestría de quien recoge azufaifas desde que era pequeño, Fran explica cómo conocieron a Zhang y Wu, mientras llena un cubo tras otro:“Las azufaifas que se daban en Abrucena eran pequeñas, pero me puse en contacto con un vivero de Tarragona y conseguí una variedad más gorda, carnosa y sabrosa (al primer bocado uno siente que los adjetivos no son un simple tópico, al estilo de bueno, bonito y barato)”, y ahí entran en escena los dos empresarios chinos: “Les habían hablado de nuestras azufaifas y nos llamaron y buscaron por todo el pueblo. La negociación fue rápida, ellos se encargan en un fin de semana de recolectar, transportar y vender, son muy trabajadores”, finaliza este abrucenero feliz de que sus frutos sean considerados un manjar.

Fran Aguilera conversa con Ismael Gil, alcalde de la localidad. Fran Aguilera conversa con Ismael Gil, alcalde de la localidad.

Fran Aguilera conversa con Ismael Gil, alcalde de la localidad. / Rafael González

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