Tribunales

Condenan a un hombre reconocido por un tatuaje que robó encapuchado en lavanderías de El Ejido

Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Almería.

Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Almería. / DDA

Un hombre ha sido condenado por un delito continuado de robo después de que acudiera durante dos días consecutivos a diferentes lavanderías de El Ejido encapuchado y con el rostro cubierto con una mascarilla para robar con una palanca la recaudación de la caja de cambio de los establecimientos, si bien pudo ser identificado gracias a un tatuaje.

La sentencia, consultada por Europa Press, impone al acusado cuatro años y cinco meses de prisión por los robos así como el pago de una indemnización de 515 euros más intereses legales en favor de uno de los propietarios perjudicados por el robo.

Los hechos se iniciaron en la noche del 30 de noviembre de 2020, cuando el acusado se dirigió a una de las lavanderías abiertas 24 horas de El Ejido, próxima a la zona de la Loma de la Mezquita, donde "con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito", forzó con una palanca la caja de cambio del establecimiento.

Así, con el rostro cubierto para no ser identificado y tras haberse apoderado de unos 500 euros, acudió durante la misma noche a otra lavandería ataviado del mismo modo, donde también trató de forzar la máquina de cambios aunque sin conseguir finalmente su propósito. No obstante, con su acción causó daños en el comercio tasados en 2.236,9 euros.

Al día siguiente, el acusado volvió al comercio del que había conseguido extraer 500 euros para violentar nuevamente la máquina de cambios, de la que esta vez solo pudo conseguir 15 euros. En dicho establecimiento causó desperfectos por importe de 798,60 euros.

La sentencia de apelación, dictada el pasado mes de septiembre y que declara el fallo en firme, respalda el pronunciamiento de origen en base al "excelente y completo atestado" efectuado por los agentes de la Policía Judicial de El Ejido para determinar la autoría de los hechos por parte del acusado.

El acusado, quien era conocido con anterioridad por los agentes, llevaba el día de su detención la misma ropa que portaba el día en el que cometió los hechos, incluidas las zapatillas de deporte.

En este sentido, incide además en que los fotogramas de las cámaras de seguridad captaron el tatuaje del ladrón, que coincide con el del acusado.

"En suma, existe prueba de cargo válida y suficiente, sin que las conclusiones a las que conduce hayan sido desvirtuadas por parte del acusado", estima el tribunal.

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