Tribunales

"Me cago en tus muertos, te daba una hostia que te arrancaba la cabeza": la monitora de Aguadulce fue grabada

Lugar en el que se ubica el centro cuya directora denunció los hechos.

Lugar en el que se ubica el centro cuya directora denunció los hechos. / D.A. (Almería)

"Me cago en tus muertos, me cago hoy, es que te daba una hostia que te arrancaba la cabeza, te lo juro”. Podría parecer una frase sacada de una pelea entre dos adultos, pero no. El destinatario es una niña de cortísima edad, y la manifiesta la docente que ha sido detenida por presuntos tratos vejatorios a ocho alumnos de entre 0 y 3 años de un centro educativo infantil de Aguadulce.

Ha sido gracias a la directora de esta escuela que se ha podido descubrir lo que ocurría. Y es que debido a las sospechas que tenía grabó a esta empleada y aportó los documentos sonoros al juez. De forma previa, asesorada legalmente, decidió el pasado 20 de noviembre cesar inmediatamente de sus funciones a la docente detenida, de modo que procedió a la rescisión de su contrato laboral e informó de lo sucedido tanto a los padres como a la Guardia Civil.

En el auto por el que el juez Claudio García impuso una serie de medidas cautelares para proteger a los menores afectados, se recogen como ejemplo de las manifestaciones de la investigada frases como: 

- “Eh, no empieces porque es que te reviento esta mañana, me tienes hasta la polla, que asco de niño”.

- “Eres un coñazo de los pies a la cabeza”.

- “A tomar por culo, otra que no come, no me voy a complicar más, quien no quiera comer aquí que no coma”.

- “¡Que no escupas más! Hombre ¡que no escupas más! Coño, que asco de niño, coño”.

- “Sigue escupiendo, sigue escupiendo, todo lleno de mierda por los cojones de las sopas peruanas (el niño que llora es peruano) te vas a comer tu... una mierda, mierda pa ti”.

- “Es que es ridículo, ridículo, lo que tu haces es ridículo, mierda de niños, cojones...”.

- “No te soporto ------ -------, no te puedo ni ver”.

- “------ --------, no hay quien te soporte, es que no hay persona humana que aguante a este crío, macho, es insoportable, me da igual que llores”.

- ¡No, no, no! No se mete la mano en la boca, estamos comiendo, me da igual todo lo que grites, eso no se hace, no, no, no, voy a terminar hasta la polla de ti. Qué no te metas la mano en la boca --------, no, no, no, la puta manía del mierda niño, es que no lo aguanto, es que no puedo. Mira ----- ------ que te de comer tu puta madre”.

- “---------- me cago en tus muertos, me cago hoy, es que te daba una hostia que te arrancaba la cabeza, te lo juro”.

El juez considera que se puede fijar una "narración apriorística" que apunta a que la monitora habría mostrado una "actitud despreciativa, agresiva y humillante" con los menores a su cargo a partir de septiembre del pasado año, aunque advertía en su auto de la fase "sumamente inicial de la investigación". "Tanto es así que este Juzgador ha contado, exclusivamente, con una serie de grabaciones aportadas por la directora del centro y con la declaración de la investigada. No ha sido posible tomar declaración aun a los denunciantes", apuntaba.

Sin embargo, el juez consideró que era oportuno adoptar una serie de medidas cautelares, ya que "el órgano judicial debe resultar especialmente cauto en un proceso en el que los afectados, directamente, son menores de tan corta edad como los que se reflejan en el atestado".

"El material obrante en autos es, en este momento, suficiente para considerar que la investigada no debe continuar en contacto directo, desde la perspectiva laboral, con menores de edad", apuntaba el juez, quien advertía a su vez que no se puede inhabilitar para el desarrollo de actividades profesionales de forma cautelar conforme al Código Penal.

"Es evidente que existen indicios de que la monitora no se encuentra capacitada en estos momentos para desarrollar su actividad laboral en el ámbito de la relación directa con los menores de edad (...) Del mismo modo, se desconoce a qué centros educativos irán destinados posteriormente quienes, hasta ahora, han sido sus alumnos. Es por ello que, en unión a las limitaciones de comunicación con los menores integrantes de la clase dirigida por la docente, debe acordarse una medida adicional", expone.

Una medida que, en este caso, pasa por la prohibición de acceder a cualquier centro en el que se desarrolle una actividad educativa o docente, escolar o extraescolar, con menores de edad.

"Tal limitación, además, permitirá proteger a terceros menores frente a nuevas actividades laborales de la hoy investigada. Resultaría desde luego ilógico limitar las posibilidades de acceso al centro educativo implicado y, sin embargo, permitir que pudiese acceder a otro situado en la misma población o, incluso, en el mismo barrio", concluye.

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