Ildefonso Falcones

"Cuando me pongo a escribir reconozco que me cuesta mucho"

  • El autor presenta su última novela el miércoles en la capital, en un acto organizado por Diario de Almería

  • El Teatro Apolo estuvo repleto de público para escuchar al escritor

El escritor Ildefonso Falcones presentó en la tarde del miércoles el libro Los herederos de la Tierra en el Teatro Apolo de la capital. El acto estuvo organizado por Diario de Almería, dentro del proyecto Diario de los Libros. Junto al reconocido Falcones estuvo el director de Diario de Almería, Antonio Lao; la vicerrectora de la Universidad de Almería, María del Mar Ruiz; y Antonio Galindo, coordinador de esta iniciativa cultural almeriense que anteriormente contó con la escritora María Dueñas.

La presentación de la última obra de este autor, que lleva vendidos millones de ejemplares de su obra cumbre La Catedral del mar, fue a modo de conversación con Antonio Galindo. La charla se inició centrándose en las dificultades que encuentra un autor para publicar su primera novela. "Cuando te planteas publicar una novela, en mi caso La Catedral del mar, no convences a la editorial, no hay manera. A las editoriales llegan miles y miles de manuscritos al día. Es un mundo muy cerrado el de las editoriales. En escribir La Catedral del mar tardé seis años, aunque entonces mi trabajo era ser abogado. A veces intentaba escribir un poco antes de irme al despacho. Terminé La Catedral del Mar, la presenté a 15 editoriales y nadie la quiso. Tardamos tres años en publicarla. Hubo un momento en que un amigo que conocía a otro amigo, que a su vez conocía a otro, me dijo que podía leer la novela. Fui a ver a aquel amigo y me dijo que no le gustaban las novelas históricas. Luego decidió leerla y le gustó y entonces consiguió que una agente literaria apostara por ese libro. Hasta ese momento había ido a ver agentes literarios y además iba recomendado y no me abrían ni la puerta. Se quedaron la copia de la novela y nadie contestó". Pero de repente le llegó el éxito a Falcones cuando no lo esperaba. "En el momento que publico La Catedral del mar yo tenía pleitos más importantes como abogado. Yo estaba en otro mundo cuando el libro obtiene el gran éxito en ventas, pero yo seguía en mi despacho como abogado" recordó.

También se refirió Falcones a la cantidad de información histórica que aportan sus novelas. "El principal error de cualquier persona que quiera dedicarse a la novela histórica es pretender dar más información de lo que la novela requiere. Para evitar eso están los editores, que en mi caso, cuando le llevas la novela empiezan a tachar y tachar. La novela histórica tal como yo la desarrollo es una novela de ficción, que podría suceder en cualquier momento. Lo que hay que conseguir es que esa trama ficticia cuadre con los hechos históricos que sucedieron en aquel momento. El lector de novela histórica no quiere aprender historia, lo que quiere es una novela, ficción pura y dura".

"El hilo conductor en Los herederos de la tierra es el vino, aunque curiosamente no tengo viñas. Yo siendo un niño si pisé mucha uva, porque tenía un tío que tenía viñas en el Penedés. Para mi es algo que no se me olvidará cuando recogíamos la uva, y el mosto te llenaba las manos y la cara y las moscas se te pegaban. Era algo tremendo. Después se pisaba la uva, y seguían las moscas. Eso lo recuerdo con mucho cariño", dijo Falcones.

El escritor también es un enamorado del mundo de los caballos. "Ya no monto a caballo porque hace cuatro años me caí y me rompí la espalda. Estoy deseando que pasen unos meses a ver si puedo volver a montar".

También se refirió Falcones a la calidad de una obra literaria. "No me interesa jugar en la división de la calidad, yo juego con la división de que le guste al público y disfrute. ¿Qué es la calidad?. Hay gente que está tocada por una vara divina, que nacen sabiendo, que son dioses de la escritura, y esos no admiten que tu puedas escribir una novela y triunfar. Yo he tenido críticas muy duras, cuando salió La Catedral del Mar la fusilaron. Dijeron que si la habían escrito once negros y también dijeron que la novela era un a mierda, y que jamás escribiría otro libro. Con la mano de Fátima levanté un poco la cabeza y con Los herederos de la Tierra, la crítica está callada".

"Yo cuando escucho a un escritor decir que tenemos que enseñar a leer a los lectores. A mi me enseñaron a leer en el colegio, a mi no me tiene que enseñar a leer nadie. La calidad es un uso adecuado del lengua, uso correcto de los giros y de la sintaxis. Pero a partir de ahí se acabo", sentenciaba Falcones.

La Catedral del Mar ha sido adaptada para la televisión. El escritor subrayaba a preguntas de Antonio Galindo que "la serie es muy buena pero yo no he leído el guión. Yo he escrito una novela, pero trasladar esa novela a un medio audiovisual requiere de unos cambios que hacen unos señores. No me puedo poner a discutir esos cambios".

La esclavitud en la última novela de Falcones es un tema muy importante. "Me sorprendió tremendamente la presencia de un mercado de esclavas orientales, esclavas rusas, esclavas rubias. Eran muy apreciadas por los burgueses de Barcelona. Las comerciaban los venecianos con unos puestos que tenían en el Mar Negro, y las vendían, entre otra partes, a Cataluña. Me sorprende esa afluencia de esclavas orientales muy apreciadas por los ricos de Cataluña, además de la esclavitud musulmana, en la que en principio piensas que había más".

Con respecto al futuro, Falcones declinó contar nada de su próxima obra. "No puedo decir nada de lo que estoy escribiendo. Será una novela histórica con seguridad".

El público también tuvo oportunidad de preguntar a Falcones. El escritor subrayo que "la editorial no me impone nada, pero los títulos los pone ella. Creo que La Catedral del mar es una gran novela, pero hay grandes novelas que no han tenido éxito. Los señores de la editorial cuando publicamos La Catedraldel Mar me anunciaron que había que quitar un capítulo, y una de las cosas que me dijeron también era que había que cambiar el título", recordó.

El escritor también dejó bien claro que no cree en las musas. "Hay días que estás mejor cuando te pones a escribir, las cosas te salen más fluidas. Esto de la inspiración no lo llevo bien, porque cuando me pongo ante el ordenador, tengo que reconocer que me cuesta mucho".

También habló del tiempo que dedica a documentarse cuando está escribiendo una novela. "Nunca controlo el tiempo que dedico a hacer el guión de la novela y luego la fase de documentación". También recordó cuando era muy joven que le dijo a su madre que se quería dedicar a ser escritor. "Mi madre me tomó por loco, y recuerdo que me dijo expresamente que primero estudiara y luego me dedicara a ser escritor. Fue un gran consejo, realmente llevaba mucha razón", subrayó Falcones.

El escritor estuvo firmando ejemplares de sus libros al público que llenó el Teatro Apolo. El escritor dejó una buena sensación en Almería y prometió que volvería.

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