Análisis

gonzalo alcoba Gutiérrrez

Sueños y tribulaciones en el interior del laberinto

La obra cuenta en cuatro relatos las tribulaciones de científicos del siglo XX

Insertar Un verdor terrible en el trillado abanico de géneros literarios es una pretensión insensata, porque esta obra no es una mera conjunción de relatos de ficción, ni un ensayo bienintencionado sobre los progresos de la ciencia. A través de ella, Benjamín Labatut (Rotterdam, 1980) propone más bien una meditación sobre el conocimiento humano, que se vale del relato como instrumento conductor y, partiendo de la divulgación científica, termina penetrando en el abismo de la metafísica sin perder la orientación. La técnica literaria juega aquí un papel semejante al que desempeñan los números y símbolos en las ecuaciones físicas; se trata de un vehículo, una metáfora para describir una realidad inasible; un hilo tejido con esmero para conducir al lector por un laberinto misterioso y fascinante, que incita a seguir explorando tras leer por completo el texto.

Un verdor terrible cuenta, en cuatro fabulosos relatos, las tribulaciones de relevantes científicos del siglo XX, atrapados en irresolubles paradojas morales y matemáticas. A través de ellos, el autor desvela las intrincadas complejidades que esconde la mente pensante y muestra con descarnada sinceridad cuánto puede emponzoñar el alma, en ocasiones, la explosión de luz que el conocimiento procura. En todas las piezas que componen la obra, queda patente una peculiar forma de entender la locura, como supremo y terrible estado de lucidez que conduce a sus personajes a una dimensión escatológica y a los más altos niveles del saber.

La ciencia ficción parece haber perdido su utilidad ante la fascinante perplejidad en que los avances del saber han sumido a la humanidad en nuestra era. La obra muestra los destellos de este universo inabarcable y, al tiempo, propone una sugestiva reflexión sobre la dirección por la que la humanidad transita, invitando, así, a cavilar sobre la forma de vida que hemos escogido y la verdadera dimensión de nuestro poder como especie

Pero no se apuren, porque Labatut aborda esos misterios abismales valiéndose de un lenguaje de ritmo bien medido, que inquieta al lector tanto como lo absorbe, sumergiéndolo en esa ansiedad por seguir leyendo que solo logran los grandes escritores. Como en la poesía, no tiene sentido preguntarse qué es tangible y qué etéreo, qué es real o qué metáfora en esta obra inclasificable que ciertamente merece ser leída.

*Juez

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