El callejón del gato

Agustín Gómez Arcos en Almería

Hoy nuestro paisano goza de cierto reconocimiento, algo de lo que no pudo disfrutar en vida,

L A semana pasada asistí a una lectura teatralizada de la novela “Ana no”, cuyo autor es Agustín Gómez Arcos. Hoy nuestro paisano goza de cierto reconocimiento, algo de lo que no pudo disfrutar en vida, según pude apreciar los días que mantuve contacto con él. Creo que para sus seguidores puede ser de interés conocer algunos detalles de su última visita a Almería de la que fui el único testigo. Fue en el año 1992, por aquella época yo ejercía de concejal de Cultura y mantenía relación con “Pentación” una productora teatral que tenía intención de montar “Los Gatos”, una obra de Agustín. Me pidieron colaboración para el montaje, me puse en contacto con la dirección General de Cultura y Fomento de la Junta de Andalucía y, en principio, me prometieron participar en la producción con una cantidad sustanciosa. Cuando habían empezado los ensayos, con Héctor Alterio y Paco Casares como protagonistas, me llamaron por teléfono de Sevilla para decirme que denegaban la cantidad prometida. El montaje de la obra de un autor almeriense les importaba un bledo, y a mí personalmente me pusieron en un compromiso con “Pentanción”. Dentro de las posibilidades del presupuesto con el que contaba en la concejalía, ofrecí una cantidad muy inferior a la de la Junta de Andalucía y continuaron los ensayos. Mi primer contacto con Agustín fue en el café Gijón de Madrid. Allí mantuve una larga conversación con él y deduje que, a diferencia de otros escritores exilados, no se había reconciliado con España. Desde que se autoexilió al país vecino toda su obra la había escrito en francés y según me dijo no estaba dispuesto a “perder el tiempo” traduciéndola al español. Después de su muerte ha sido publicada por la editorial Cabaret Voltaire con la intervención de traductores profesionales. Mi segundo contacto fue en Almería. Fuimos de tapeo. De su etapa de estudiante la persona de la que tenía un recuerdo inolvidable era de Celia Viñas, cuya influencia, según me comentó, había sido decisiva en su carrera de escritor. Me habló también de una compañera que fue su mejor amiga y me hizo que lo acompañase a la plaza de la Virgen del Mar, se paró frente a un antiguo edificio y recordó las tardes de conversaciones amistosas que mantuvo con ella. Ambos compartían ideas muy avanzadas. Sabiendo que era natural de Enix, le ofrecí llevarlo a su pueblo y me contestó que no tenía ningún interés, él sabría por qué. “Los Gatos” se estrenó en el Maestro Padilla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios