El callejón del gato

Relaciones peligrosas

El tono empleado por algunos diputados en las sesiones del Congreso está convirtiéndose en un circo

El tono empleado por algunos diputados en las sesiones del Congreso de los Diputados, están convirtiendo en un circo tabernario lo que debería ser una asamblea para el debate político y la crítica constructiva. Pero como, ante cualquier otro comportamiento, no soy partidario de las generalizaciones y no todos los políticos son iguales. Hay distintos niveles, y aplicando a cada uno lo que le corresponde, la señora Díaz Ayuso puso el listón muy alto cuando llamó hijo de puta al presidente del Gobierno desde la tribuna de invitados y, en lugar de retractarse y pedir disculpas, tradujo lo dicho en “me gusta la fruta”, aplicándole el mismo significado. “Me gusta la fruta” se ha convertido en una frase utilizada por la propia Diaz Ayuso y los miembros de su corte, para llamar al presidente del Gobierno lo que todos nos imaginamos. El último que se ha despachado a gusto con una retahíla de insultos publicados en un tuit, ha sido su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, atacando a Hacienda y a la Fiscalía, llamando Perro al presidente Pedro Sánchez y rematando la frase con “nos gusta la fruta”. El motivo que ha dado lugar a ello, han sido las noticias aparecidas recientemente sobre los negocios millonarios en la época de la pandemia, y un presunto fraude a la Hacienda Pública, de un señor llamado Alberto González Amador, que resulta ser la pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid. No es la primera vez que aparecen noticias que salpican a Diaz Ayuso por culpa de personas muy cercanas, que se pusieron las botas con el negocio de las mascarillas durante la pandemia. Fue Pablo Casado quien intentó investigar las comisiones de su hermano Tomás y le dieron pasaporte por querer saber más de la cuenta. Según noticias recientes, contrastadas con documentos oficiales, el novio de Díaz Ayuso defraudó a Hacienda 350.000 euros en los ejercicios de 2020 y 2021, y se forró haciendo de intermediador en la venta de mascarillas, obteniendo unas ganancias que superan los dos millones de euros. Por publicar tales hechos Miguel Ángel Rodríguez amenazó a una periodista enviándole un mensaje que decía: “Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar. Que os den. Idiotas”. Por más que le pese al jefe del gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, los ciudadanos tenemos derecho a saber el entorno que rodea a nuestros representantes políticos y el trabajo de los periodistas consiste en darnos informaciones verídicas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios