La tapia con sifón

Calima y camiones

El viejo papillote se puede confeccionar con papel de aluminio y hacerlo en una plancha en pocos minutos

La calima y la huelga de camioneros nos tienen ocupadas todas las meninges que nos deja libres la guerra en Ucrania. No pretendo comparar los problemas del polvo ni la escasez y/o carestía de algunos alimentos, con los horrores que se están viviendo en el extremo oriente de nuestra Europa. Pero como el mundo sigue girando impertérrito y esta columna suele tratar de cosas del comer, el color del barro me ha recordado una crema de calabaza y zanahoria que están poniendo de aperitivo en la Taberna Añorga en estos días. Tiene un toque de jengibre que la hace distinta y apetitosa. La próxima vez me pido un tazón; los anglófilos pedirán un bol (bowl).

La súbita subida del aceite de girasol (que previsiblemente acarreará la de otros aceites, a cargo de los habituales especuladores) favorece otras formas de cocinar que, de paso, son más ligeras y saludables que las frituras. Salvo los huevos fritos, casi todo se puede cocinar sin grasa. Desde clásicos como la plancha, el horno o el vapor, a relativamente novedosos como el microondas. El viejo papillote se puede confeccionar con papel de aluminio y hacerlo en una plancha en pocos minutos; es muy fácil hasta para los más inexpertos porque se hincha el paquetillo cuanto está el alimento en su punto. Para carnes y pescados, lo más sano y sabroso es untar con una lágrima de aceite una sartén antiadherente, poner el filete de pescado con la piel para abajo cuando está muy, muy caliente y cubrir con una tapa de cristal; cuando el pescado empieza a blanquear se aparta, se le da la vuelta y se deja un minutillo. Con la carne, igual pero cada uno al punto que desee. Se necesita una sartén antiadherente de verdad. Hay montones de anuncios y ofertas en televisiones y supermercados, pero todas las que he probado son malas y caras. Las que uso desde hace años y siguen como nuevas son las Orbegozo a la piedra, más baratas que las citadas "ofertas". Eso sí, use las que use no las toque con utensilios metálicos, sino de madera o silicona. Y ya puestos a recomendar marcas, ahora que están escaseando algunos productos frescos, hay unos guisantes congelados de calidad y a precio muy razonable: los Guisantes Finos Findus, a poco más de 5 €/kg. Ahora tenemos los de nuestras huertas y pronto saldrán los excelentes de Dalías, pero para el resto del año son una opción interesante.

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