La climatización de los centros educativos es una cuestión a la que la oposición acude de manera recurrente para intentar desgastar al Gobierno andaluz. ¿Quién puede comulgar con que una criatura pase calor en el colegio? ¿Qué clase de monstruo permitiría que un niño sufriera en clase los rigores del invierno? El tema se presta a hacer toda la demagogia que se quiera y más, aunque en política hay que ser serios. Por mucho que se intente tergiversar, la realidad es que la Junta de Andalucía viene haciendo un trabajo incansable para la climatización de los centros educativos. Por hablar sólo de lo más reciente, cabe reseñar que, desde mayo de 2017, la Junta ha realizado 256 obras de mejora de la sostenibilidad y la eficiencia energética en los colegios e institutos de nuestra comunidad autónoma, por valor de 13,7 millones de euros.

En 2017 se ejecutó un plan de choque para dar respuesta a una excepcional ola de calor con 57 actuaciones y más de 2,5 millones de euros de presupuesto y en 2018 se programaron un total de 179 actuaciones en 156 centros con un montante de casi 9,8 millones de euros. La mayoría de estas actuaciones ya están finalizadas, aunque las más complejas siguen aún en ejecución.

Además, la Junta de Andalucía no sólo ha trabajado para buscar el confort térmico respecto al calor, sino también al frío, de modo que, entre 2017 y 2018, se realizaron 29 actuaciones para instalar o mejorar los sistemas de calefacción de los centros, con una inversión de 1,4 millones de euros.

La Junta de Andalucía no ha dejado de trabajar en la mejora de la climatización de los centros docentes y, para el próximo año, están previstas otras 200 actuaciones, por valor de 17 millones de euros. El orden de las actuaciones se ha marcado en función de informes técnicos realizados a partir de datos proporcionados por los centros, la información recabada de las visitas de los técnicos, la severidad climática de la zona, el horario de uso del centro y la envolvente térmica y protección solar del edificio. Así, se han priorizado las actuaciones más urgentes, aunque allí donde haya necesidad se terminará llegando.

A la vista de este trabajo incansable, entenderán que los socialistas no estemos en contra de un marco normativo para la climatización de los colegios andaluces, pero sí exijamos que se aborde con seriedad y reflexión.