El Pingurucho y la Plaza Vieja han salido ganando con el cambio de primer edil en el Consistorio almeriense. Si el anterior había tomado como asunto personal quitar el monumento a los Mártires de la Libertad (Los Coloraos), la nueva poseedora del bastón de mando, como buena liberal, ha optado por la permanencia y realce del Pingurucho en su enclave tradicional. Fernández-Pacheco había elegido la senda de su antecesor Navarro Gay, que derribó el anterior monumento en 1943 para hacerle la pelota a Franco. Cuentan algunos que Franco, que había pasado varias veces por Almería camino de Melilla, se dio cuenta de que faltaba “algo” frente al balcón del Ayuntamiento; se lo dijo al alcalde, éste explicó que lo había mandado derribar y Franco le contestó que había hecho mal porque le iban a echar la culpa a él.

Vázquez Agüero ha decidido mantener la plaza en su estructura actual, que es la tradicional. Bien es verdad que la erradicación de los árboles que pretendía el proyecto anterior, ha sido prohibida por sentencia judicial firme. Pero eso no obsta para que la alcaldesa haya tomado la decisión de acabar con el debate y, además, con evidente aprecio por lo que representa el monumento. El proyecto ganador del concurso anterior pretendía una plaza dura -castellana la llaman algunos arquitectos- sin sombras ni “estorbos” para la hostelería y los espectáculos. Ni un árbol, ni una hierba entre las losas del suelo. El Pingurucho, lógicamente, estorbaba todavía más que los árboles. De hecho los árboles estorban poco para montar las sillas para los conciertos. Aquel proyecto lo elaboró el Estudio Ordaz, dirigido por Susana Ordaz. Y el nuevo proyecto también. Es elogiable la versatilidad de los autores, que han cambiado totalmente el espíritu de la obra sin despeinarse. Eso se llama hacer de la necesidad virtud.

Un alivio añadido a los beneficios del mantenimiento de la sombra en la Plaza Vieja, es que la celebración del bicentenario de Los Coloraos se va a poder hacer el próximo 24 de agosto con el monumento en su sitio. Y con el apoyo total del Ayuntamiento, como la alcaldesa ha expresado pública y repetidamente. Además, ha tenido el detalle de posponer el inicio de las obras hasta después del verano y se ha comprometido a acabarlas antes del 24 de agosto 2025. Está haciendo honor al lema o divisa del escudo de la ciudad: “decidida por la libertad”.