En la revista de agricultura “AenVerde” leemos que el objetivo de un nuevo centro almeriense de (I+D+i) es “convertirse en un referente nacional y contribuir a la mejora de la competitividad y de la calidad del sector alimentario”. Para ello se basará en “identificar los retos del sector hortofrutícola de Almería, promover actividades y proyectos de investigación e innovación y transferir herramientas y tecnologías”.

Como está muy de actualidad el futuro uso del solar de Correos, alguno pensará que esas frases las dice alguien sobre el anunciado “Polo de innovación agrícola Smart Green Cube”, pero son las declaraciones de Juan Pérez Zamarrón, director del nuevo Centro de Innovación Tecnológica de Coexphal (CIT COEX) que tiene 9.000 m2 (ampliables a 12.000) con una inversión de ocho millones de euros. En este nuevo centro, en el que trabajarán 350 personas, se integra el laboratorio Labcolor, que se creó en 1988 para el control de residuos y plaguicidas. (Un entrañable recuerdo a nuestro amigo Mariano Contreras, prematuramente fallecido, que lo dirigió durante muchos años).

Volviendo al Green Cube, el periodista le pregunta al entrevistado que cómo se traducirá la colaboración del CIT COEX con el “proyectado” polo de innovación, en el que también están integrados. Y contesta que “se traducirá en un escaparate para mostrar a los ciudadanos los proyectos de investigación, transferencias de tecnología e innovación agraria”. Por una parte, nos parece que por fin hay algo positivo en el Cubo Verde: poner un escaparate en el Paseo de Almería, ahora que tantas tiendas están cerradas. Pero por otra parte, como escaparate de nuestra agricultura son mucho más reales y efectivas las visitas a los ejemplares invernaderos de Lola Gómez Ferrón; visitas que le hacen de medio mundo, incluidos televisiones de las más importantes naciones.

También habría que preguntar por la oportunidad del Cubo Verde a los responsables de otros centros de investigación agraria que funcionan en Almería desde hace décadas: Las Palmerillas de Cajamar, Tecnova, IFAPA (de la propia Consejería de Agricultura), UAL, y el propio PITA como parque científico-tecnológico que se creó principalmente para acoger centros de estas características. Encima, le van a poner al PITA un polígono industrial a cien metros. Repetimos la pregunta que pusimos como titular el 13 de mayo de 2023: ¿Quién no ama al PITA?

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