Espiritualidad y testimonio cofrade

impregnada de espiritualidad, del auténtico apostolado cristiano y sinodal en el Misterio de la Fe

Estamos en las vísperas del Domingo de Ramos, en donde el espíritu cuaresmal de las Hermandades de penitencia se condensa y tiene su expresión más sensible en la liturgia de la Semana Santa, en la realidad mística de estos días comunitarios, con proyección de un estilo y modo trascendente, una realidad profunda que reactualiza y hace revivir plenamente la fe que no se opone a la razón, sino que la presupone, exactamente como “la gracia presupone la naturaleza”, convirtiéndose nuestras calles y plazas en un templo a cielo abierto.

Un fin de semana cargado con el don de la palabra a través de dos magistrales pregones pasionistas. El sábado, en la Iglesia de Santiago Apóstol, en el comienzo del septenario de la Virgen de los Dolores, La Soledad, la voz de la prestancia y el saber estar del cofrade soleano Eduardo Blanes Arrufat, que transmitió en su panegírico la auténtica esencia ascética de hermandad servita y su significado espiritual y mariano para la vida de la ciudad de Almería. Un cúmulo de vivencias de Eduardo Blanes

Pero del pregón del quiero destacar a su familia, especialmente, a su madre María Arrufat Forte, una mujer testimonio de los sentires más genuinos de la devoción a la Virgen de los Dolores, que recibió la distinción de mejor cofrade del año 2010 de Guion Cofrade de Onda Cero y firmó en el año 2001 en el libro de honor de la Hermandad de la Virgen del Mar en representación de la Agrupación de Cofradías al paso del Cristo Resucitado, el Domingo de Resurrección, por el interior del Santuario de la Patrona con motivo del L aniversario de la coronación canónica.

Y ayer, Domingo de Pasión, el pregón oficial de la Semana Santa, cúmulo de solemnidad organizado por la Agrupación de Cofradías en el Teatro Apolo con la ayuda institucional del Ayuntamiento de Almería, y que por segunda vez en la historia, tras la hermana cofrade Eloísa Cabrera Carmona, fue dado por otra mujer distinguida cofrade, la también soleana y fervorosa rociera Raquel Criado Allés, hija del que fuese presidente de la Agrupación de Cofradías y hermano mayor de la Soledad, Luis Criado del Águila, cofrade que coadyuvó durante la Transición política para que la Semana Santa de Almería no desapareciera.

Una exhortación desde la comunión eclesial diocesana para revivir desde el verbo de Raquel Criado, impregnada de espiritualidad, del auténtico apostolado cristiano y sinodal en el Misterio de la Fe, que se plasmará por la religiosidad popular almeriense durante los días de la Semana Santa. Paz y Bien

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