El callejón del gato

Inútil sesión de investidura

Pero lo que hemos percibido hasta el aburrimiento, son dos meses dando la tabarra

L A sesión de investidura de Alberto Núñez Fijó y los dos meses transcurridos desde la celebración de las elecciones, han sido una pérdida de tiempo, como ha quedado demostrado. Ha pasado lo que todos dábamos por descontado. Un aspirante a presidir el Gobierno, lo que se supone que debe de hacer, desde el momento que es propuesto por el Jefe del Estado, es trabajar para conseguir su objetivo exponiendo cuáles son sus expectativas. Tratar de captar los votos de los diputados que son necesarios para ser proclamado presidente del Gobierno, negociando con otros grupos. Y llegada la hora, subirse a la tribuna, hacer una exposición exhaustiva de un programa de gobierno y solicitar la confianza de la cámara (Apartado 2º del art. 99 de la Constitución). Pero lo que hemos percibido hasta el aburrimiento, son dos meses dando la tabarra contra el supuesto programa y los supuestos acuerdos de un supuesto candidato en una supuesta segunda convocatoria. En la sesión de investidura empezó con un discurso oponiéndose a la posible amnistía que, al parecer, pretende conceder el presunto candidato, a los independentistas catalanes pendientes de juicio. Y a continuación una retahíla de improperios para rematar diciendo: “Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo”. Para ese viaje no se necesitan alforjas, diría yo. Con ese panorama, la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijó se convirtió en una batida de acusaciones entre los distintos grupos parlamentarios que nada tenían que ver con la proclamación de un presidente de gobierno, degradando uno de los cometidos más importantes que compete al Congreso de los Diputados. Fueron numerosos los ataques dirigidos a Pedro Sánchez, como si fuese el candidato a obtener el apoyo de la cámara para ser elegido presidente. Sirva de ejemplo la velada amenaza de Santiago Abascal al PSOE si gobernase negociando la amnistía: “El pueblo español se defenderá. Después no vengan lloriqueando”. La única posibilidad de que Pedro Sánchez consiga ser elegido presidente del Gobierno, sería en una segunda convocatoria, cumpliendo todos los requisitos establecidos en el art. 99 de la Constitución. Si así fuera, nos resta saber que medios se utilizarán, según el presidente de VOX, para que ese pueblo español que figura en su cabeza, se defienda contra un gobierno elegido democráticamente y cumpliendo a rajatabla con la Constitución.

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