Manual del perfecto indeseable

Breviario para convertirse, cómodamente, en la despreciable persona que siempre quiso ser

Hace unos días encontrábame yo navegando por Internet, buscando una guía que me ayudara a convertirme en un ser abyecto. Sorprendido y frustrado a la par de no encontrarla decidí elaborarla yo mismo. Les traigo pues un sintético manual de intoxicación. Al término de estas líneas habrán adquirido ustedes la oscura habilidad de corromper cuanto tengan a su alcance. Comencemos.

En primer lugar es fundamental carecer de capacidad de abstracción. Si su deseo es tergiversar de forma torticera unos hechos nada mejor que centrarse en un caso concreto obviando el contexto en el que se desarrolla.

Una segunda herramienta que deben manejar con soltura es la terquedad. Deben repetirse a si mismos y los demás un determinado mantra. Les dejo algunos de los habituales: "el jefe/profesor me odia o los X (añadan la raza, nacionalidad o colectivo que deseen) son los causantes de todas nuestras desgracias". Elijan su lema y repítanlo machaconamente siempre que puedan. No importa que sea una absoluta mentira, ustedes difamen, que algo queda.

El tercer elemento esencial para intoxicar es carecer de autocrítica. Berreen en todo momento qué deben hacer los demás pero jamás reflexionen sobre lo pertinente de su propia conducta. Les advierto que un vistazo, por breve que sea, a su modo de proceder hará que se les caiga la cara de vergüenza. Y de lo que se trata es de lo contrario, de ridiculizar a los demás, a esos que "no son de los nuestros".

Dejo en último lugar el más importante de todos. Deben esforzarse en tener toda la mala baba que puedan. Si están ustedes iniciados en esta disciplina es que de casa ya traen bastante mala leche. Pero claro, este manual trata de convertirle en un adalid de la injuria así que deben redoblar esfuerzos y potenciar toda la inquina que albergan en su interior.

Y es así, bajo estas cuatro premisas, como se convertirán en unos auténticos indeseables especialistas en amortajar a la veracidad bajo un sudario de calumnias.

Si estas líneas les han resultado incómodas debo advertirles de que no están en la senda de la posverdad. Son buenas personas y aquí no hay sitio para ustedes. Para los demás, aquellos que se identifican con esta guía y la han disfrutado les doy la enhorabuena. También les otorgo mis maldiciones: "In nomine…" Siendo tanto líderes de una nación como meros ciudadanos corrientes están ustedes preparados para seguir haciendo del mundo un lugar peor.

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