Libertad Quijotesca

Superchería

Sin respirar morimos. Sin combatir la superchería muere el mundo

El diccionario de la RAE recoge como significado de la palabra superchería lo siguiente: "Engaño, dolo, fraude. Injuria o violencia hecha con abuso manifiesto o alevoso de fuerza". Timo que consiste en imponer una cosa falsa destruyendo la verdad. La degradación de nuestra democracia corre desbocada espoleada por mentiras. Sí, mentiras que acarrean consecuencias monstruosas que nos degradan como país y sociedad. Mentiras como una coalición para apropiarse del poder político y formar un gobierno afanado en destruir nuestra Nación y Cultura. Mentiras sobre cómo se planifican y construyen las infraestructuras, por ejemplo, el AVE para Extremadura y Almería. Y no digamos de la gestión del agua, vital para la agricultura y la ganadería española. Mucho tiene que decir el campo almeriense en estos foros. Mentiras para gestionar la pandemia del Covid-19 en pos de intereses de cambio de régimen, de la democracia al totalitarismo. Propaganda del tipo "voluntad del pueblo, salimos más fuertes o nadie se queda atrás". ¡Pero si lo que quieren dejar atrás es nuestra libertad, capacidad de pensamiento crítico e igualdad ante la Ley Constitucional! Sin piedad, con una élite de poder embrutecida y ajena a las exigencias morales del Estado de Derecho, que también lo es de obligaciones mutuas entre todos los ciudadanos. ¿Qué se creen que es la Democracia? El poder político jamás puede estar por encima de la Ley. Autocontrol. Del mismo modo no existe la libertad sin ciudadanos con acceso a educación, cultura, mercado laboral, seguridad social, régimen tributario y seguridad ciudadana, libres de manipulaciones, censuras y malversaciones. Libres de supercherías. Todos y cada uno de los ciudadanos españoles tenemos el deber y el derecho de tomar la palabra y actuar en la plaza pública. Gobierno y oposición salvo honrosas excepciones, no cumplen con su obligación, especialmente cuando los ciudadanos les consentimos que nos manipulen la vida pública y privada, porque toleramos la intolerancia de lo "políticamente correcto". Mentiras que van desde cómo se hacen las listas electorales, el uso que hacen de nuestros votos, pasando por la gestión autonómica, las relaciones internacionales de nuestra Nación, los impuestos y como se hacen los Presupuestos Generales del Estado. En España no hay compromiso para gobernar sino afán de dominio. La solución es nuestra responsabilidad.

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