El callejón del gato

Palabras huecas

Y que Pedro Sánchez dimita porque se lo pida el triunvirato de la plaza de Colón es puro surrealismo

Por mucho que pretendan marcar distancias los tres partidos de la Plaza de Colón, en la práctica no se observan diferencias. Cuando suena la música, sus dirigentes bailan al mismo ritmo. Si observamos sus declaraciones para analizar la remodelación del Gobierno, las palabras que ha pronunciado Pablo Casado las podríamos colocar en la boca de Santiago Abascal, cuya intervención encajaría perfectamente en la boca de Inés Arrimadas. Y viceversa en cualquiera en los casos. Según ellos, lo que tiene que hacer Pedro Sánchez es dimitir y convocar elecciones. Que se vaya Pedro Sánchez, y aquí paz y después gloria. Mucha imaginación no parece que despachen a la hora de hacer una valoración sobre los cambios de ministros. Lo curioso del caso es que cuando piden al presidente que deje el cargo, lo hacen con la absoluta certeza de que sus palabras se las lleva el viento. Pedro Sánchez no se va a ir y ellos son los primeros que lo tienen claro. No hay vez que se refieran al presidente del Gobierno que no le reprochen su interés por permanecer en la Moncloa y, siendo así, no tiene mucho sentido que se tomen la molestia de pedirle que dimita. Palabras huecas. Por otra parte, lo de la Moncloa es una manera de decir en plan peyorativo que cada paso que da Pedro Sánchez lo hace para mantenerse en el Gobierno, lo cual me parece un argumento de lo más peregrino. Si le damos un repaso a la carrera política de Pedro Sánchez, sabemos que se presentó a unas primarias en el PSOE, de lo cual podemos deducir que sus pretensiones eran conseguir la Secretaría General del partido. Alcanzó su propósito obteniendo la mayoría de votos de los militantes. Siendo secretario general del PSOE su meta era ocupar la Presidencia del Gobierno lo que logró, una primera vez mediante una moción de censura, desalojando al presidente del PP Mariano Rajoy, y una segunda vez siendo el candidato del partido más votado en unas elecciones libres y obteniendo la mayoría de votos en el Congreso de los Diputados. Visto lo cual y con todos mis respetos, tanto insistir con la cantinela de que cada paso que da Pedro Sánchez lo hace para permanecer en el Gobierno, me parece una soberana estupidez. No me cabe en la cabeza que un político se presente a unas elecciones para presidir el Gobierno y, una vez que lo consiga, dirija todos sus movimientos para perder el poder. Y que Pedro Sánchez dimita porque se lo pida el triunvirato de la plaza de Colón es puro surrealismo.

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