El callejón del gato

El Toldo

Nadie mejor que ellos saben el daño que les ha causado la idea de colocar un toldo para proteger los coches del sol

Leo en este periódico, en grandes titulares: "Los comerciantes suspenden el nuevo Paseo y piden al alcalde que recule". Nadie mejor que ellos saben el daño que les ha causado la idea luminosa de colocar un toldo para proteger a los coches de los rayos del sol que, en mi opinión, es el origen del diseño definitivo del Paseo de Almería, con un solo carril para el tráfico rodado, una zona peatonal donde nadie ha puesto los pies, y unos dibujos floreados rematados con unos vulgares pivotes de los que se usan para desviar el tráfico ante cualquier eventualidad. Si digo que el toldo es el origen del esperpento, es porque fue el primer elemento que apareció ante nuestros ojos, lo cual dio lugar a preguntarse qué sentido tiene gastarse una pasta gansa del presupuesto municipal para cubrir la zona por donde pasan los coches provistos de aire acondicionado, cuando hoy ni siquiera se ve un descapotable que pudiese aprovechar el gasto ocasionado. Supongo que llegarían rumores al equipo municipal de las críticas que provocó la ocurrencia del toldo que, en lugar de proteger del sol, parecía que habían puesto de luto la avenida principal de la ciudad. Pero una vez instalado no era cuestión de desmontar el artilugio y había que ingeniárselas para que el toldo produjese efectos positivos dándole alguna aplicación. Cuando se coloca un toldo, lo normal es hacerlo en calles peatonales y la única solución que consideró el ayuntamiento para justificar su colocación, fue disponer una zona que atrajese a los peatones para disfrutar de su sombra, lo cual dio lugar a la división de la calzada de la manera que hemos descrito. No parece que a los almerienses nos sedujese mucho el montaje, según han manifestado los comerciantes del centro en el escrito que han presentado en el Ayuntamiento, donde señalan que "la prolongación de la zona peatonal no ha sido utilizada, la circulación se ha visto entorpecida" y ello les ha causado más perjuicios que beneficios. Solicitan, por tanto, la recuperación de su estado original alegando que el hecho de "no consumar esta acción, no sería recular sino acertar". En cualquiera de los casos, si el motivo fue la colocación y aprovechamiento del toldo, una vez que ha sido retirado para nada se necesitan los peatones paseando por el asfalto. Rectificar es de sabios y sería un acierto por parte del Ayuntamiento atender la solicitud de los comerciantes del centro que han sido los más perjudicados.

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