Violencias

¿Quién puede pensar que estar contra toda violencia sea excusa para no luchar contra las agresiones a mujeres?

Es comprensible que los distintos partidos tengan opiniones diferentes y que hagan gala de adoptar ideologías diferentes como base de su acción política. Ahora bien, esto no implica que entre las formaciones políticas no pueda haber puntos de confluencia. En tiempos hubo un acuerdo de las que entonces estaban en las instituciones de gobierno: la lucha contra la violencia de género. Con mayor o menor convicción todas participaban en los actos de repulsa de maltratadores y asesinos de mujeres. Pero eso pertenece al pasado, porque hay una fuerza, Vox, que, defendiendo una cierta unidad de España, con total desfachatez han boicoteado todas las declaraciones institucionales y se han descolgado de las manifestaciones en contra de la violencia machista. Su primera argumentación es que ellos están en contra de toda violencia. Esta excusa es, siendo benévolo, sencillamente absurda. Solo faltaría que una formación política que blasona de institucional fuera partidaria de la violencia (aunque viendo ciertas actitudes y canciones no lo tendría yo muy claro en el caso de Vox). Pero ¿quién puede pensar que estar contra toda violencia sea excusa para no luchar contra algo tan tétrico como las agresiones contra las mujeres? ¿Acaso hay una estrategia general que valga para luchar contra LA violencia? Eso es un craso error. En el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, lamentablemente extinto, en el que participé, nunca se planteaba la cuestión de la violencia de modo genérico, sino sectorial. Aparte de la violencia contra las mujeres se investigó la violencia entre iguales o violencia escolar, el maltrato infantil o de los ancianos, la violencia de los psicópatas o la violencia social. La excusa de Vox solo esconde una determinación de defender a toda costa el viejo prejuicio machista que no añade ninguna gravedad ni especificidad a la violencia contra las mujeres. Por tanto, dicen: ¿para qué dedicar esfuerzos y atención a este tipo de violencia? Ridículo. ¿Y qué decir de la acusación de negacionismo? ¿Acaso luchar contra la violencia hacia las mujeres implica desatender o negar la existencia de otro tipo de violencia? Es claramente otro subterfugio para no reconocer la gravedad de la situación de las mujeres por el hecho de ser mujeres. En todo caso, ojala la desaparición de la muerte de tantas mujeres permita poner en primer plano la violencia que también sufren algunos hombres.

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