La 'avispa' italiana cumple 75 años

La Vespa arrasó pronto, como vehículo urbano, burgués y libre, incluso vagamente feminista

Me refiero con todo el respeto a la moto Vespa, el célebre scooter que mañana cumple 75 jóvenes años. Uno de los símbolos de Italia, tan conocido en el mundo como la pizza, los Ferrari o Sofía Loren. De simpatía y ligereza indiscutibles, a su elegante grupa se subieron Audrey Hepburn y Gregory Peck, en la película "Vacaciones en Roma", la exquisita comedia de William Wyler que en 1953 plasmó imágenes bellísimas en el cine: la princesa y el reportero, a lomos de una Vespa, circulando por una Roma maravillosa y hechicera. O a Marcello Mastroianni con su Vespa en "Un domingo de agosto". Además de ellos, otras estrellas del cine se han subido también a una Vespa, bien en películas, bien en su dolce vita particular, como Raquel Welch, Ursula Andress, John Wayne, Henry Fonda, Jean Paul Belmondo, Jude Law, Milla Jovovich y Gérard Depardieu. Como verá, querido lector, el cine no ha sido ajeno al fenómeno Vespa, popularizando aún más una estética que ha pasado por encima de las modas.

Tampoco el mundo de la música le es ajeno y se rindió a los encantos de esta scooter universal tras su aparición en "Quaddrophenia" aquel sexto álbum de estudio del grupo británico The Who, en octubre de 1973, que relata una serie de sucesos sociales, musicales y psicológicos que afectó a un joven británico y pronto se convirtió en símbolo de una Italia industriosa, con ganas de sacudirse las tristezas de la Guerra Mundial. La Vespa arrasó pronto, como vehículo urbano, burgués y libre, incluso vagamente feminista, que se lanzó al mundo a conquistar los mercados con su encantadora figura de dos ruedas.

Con el paso de los años, el invento de Corradino D'Ascanio, el ingeniero aeronáutico que diseñó un vehículo práctico y económico con el que motorizar a los italianos de la postguerra, se convirtió en todo un símbolo cultural. La Vespa es uno de los mejores ejemplos del reconocido "disegno italiano", no en vano, está expuesta en el Museo de Arte Moderno de Nueva York como una de las obras más representativas de la creatividad industrial del siglo pasado.

En nuestro país al que llegó en 1953, como en el resto de países, destacó por que su aerodinámica silueta de chapa que por los siglos que pasen siempre estará asociada a la juventud de los guateques, de los pantalones de campana, del bikini o de la minifalda. ¡¡Que tiempos aquellos!!

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