Utopías posibles

Las otras enseñanzas y la COVID

Es importante recordar que existen otros estudios, como son los de formación profesional, régimen especial u otras

En los últimos días, el debate sobre la apertura de aulas y el COVID se ha intensificado en casi todos los foros. Basta escuchar o ver cualquier informativo, debates, redes sociales, grupos de WhatsApp o de Telegram, campañas de AMPAs, de sindicatos… Ante el inminente comienzo de curso, están saltando todas las alarmas. Si los contagios no dejan de crecer y no se propone ninguna medida más radical, se avecina un otoño bastante preocupante.

La mayor parte de las veces, cuando hablamos de educación o de escuela tenemos en la cabeza la educación obligatoria (Primaria y Secundaria), o como mucho sus "ampliaciones" por arriba y por abajo: Infantil y Bachillerato. Es importante recordar que existen otros estudios, como son los de formación profesional, enseñanzas de régimen especial u otras. Casi siempre se piensa en el contenido más teórico y académico, y también en otras cuestiones como la inclusión, la igualdad de oportunidades, el alumnado con más dificultades o en un contexto complicado.

Estas enseñanzas engloban al 100 % de la población entre los 6 y los 16 años, y por eso son las primeras que debemos tener en cuenta, pero creo importante poner encima de la mesa que hay otras realidades, también importantes. Es el caso de las enseñanzas de régimen especial (música, danza y artes escénicas), o los ciclos de grado medio y superior de formación profesional. Se trata de estudios con un altísimo componente práctico, sin el cual carecen de sentido. ¿Se imaginan un bailarín o bailarina mirando la pantalla del ordenador, en el salón de casa? Las coreografías en grupo serían imposibles, el suelo duro puede causar lesiones, por no hablar de que la mayoría de los salones no tienen el mínimo de metros necesario. En el caso de la música, ¿qué se hace con asignaturas esenciales, como la interpretación vocal e instrumental en grupo? Y si hablamos de formación profesional, más de lo mismo: ¿se puede formar un futuro mecánico por teletrabajo, sin levantar un capó y mancharse las manos de grasa? ¿o un auxiliar de enfermería? ¿un carpintero, sin tener en casa las máquinas, maderas ni herramientas necesarias? Cuando se habla de medidas anti-COVID, nunca se tiene en cuenta la imperiosa necesidad de que este alumnado tenga soluciones reales sin renunciar a la presencialidad. Estar un curso y medio en teletrabajo puede matar su motivación, su continuidad e incluso su futuro.

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