La proporción sigue siendo menor que en anteriores olas gracias a la vacunación, pero los ingresos han subido un 61,4% respecto a la semana anterior y algunos hospitales recuperan los módulos COVID que ya habían cerrado. Y, lo que es más preocupante, alrededor del 70% de los hospitalizados por Covid-19 que acaban en la Unidad de Cuidados Intensivos son negacionistas, es decir, personas que no han querido ponerse la vacuna. Y terminan en el hospital por coronavirus. Qué irónica es la vida.

Pero el aumento de contagios no sólo es cosa de negacionistas. También de inconscientes. Este fin de semana, sin ir más lejos, la policía tuvo que desalojar una fiesta ilegal en el municipio de Vejer de la Frontera (Cádiz) en la que habían más de 1.200 personas sin mascarillas y con cero medidas antiCovid.

A todo esto hay que sumarle que la quinta ola se está cebando también con los barrios acomodados. Los contagios en Madrid y Barcelona han comenzado en los barrios ricos o céntricos, una tendencia que se repite en otras ciudades españolas y que afecta principalmente al turismo, dado que la población con rentas más altas es la que puede permitirse salir de vacaciones o pagar por el ocio nocturno. Si atendemos al mapa del estallido de contagios, los casos se multiplican por más de cinco en medio centenar de ciudades españolas, lo que ha llevado a distintas comunidades autónomas a tomar medidas drásticas para tratar de aplanar una curva que va en aumento cada día. Por lo pronto Catalunya, la Comunitat Valenciana, Cantabria y Canarias han pedido volver al toque de queda, con diferente respuesta de la justicia, y otras comunidades amplían las medidas.

Cuando parecía que ya estábamos sacando la cabeza y nos esperaba un verano algo más relajado y menos atípico que el anterior, la realidad nos da una hostia en la cara y la explosión de contagios que estamos viviendo empieza a impactar en los hospitales. Es como revivir el verano pasado aunque peor, ya que este año, tenemos vacuna, por eso aún no entiendo cómo a pesar de todos los que han pasado la enfermedad, de todas las muertes, todo el dolor de las familias que han perdido a un ser querido por la Covid-19, a pesar de todos los esfuerzos de los grandísimos profesionales que tenemos en la Sanidad Pública española y, también, a pesar de toda la información que hay al respecto, aún existen personas que llamen a esto 'Falsa Plandemia'.