Desde el pasado 31 de julio, la ampliación terminada y musealizada del Centro Pérez Siquier de Olula del Río abrió sus puertas a los visitantes y amantes de la fotografía, y este pasado lunes se inauguró solemnemente, con la presencia del propio Carlos Pérez Siquier, admirable e incombustible. El Centro Pérez Siquier, con sus mil metros cuadrados de superficie repartidos en ocho salas de exposición permanente, su archivo y su gran colección, es el mayor y más importante museo de fotografía de toda España. Unos cinco años ha costado materializarlo en su totalidad desde nuestra Fundación de Arte, con el apoyo siempre presente de la Diputación de Almería y el Ayuntamiento de Olula. Nació por la voluntad expresa del fotógrafo de ceder a nuestra institución la totalidad de su archivo fotográfico, fundamental para la historia de la fotografía patria. Este archivo se está digitalizando sistemáticamente y con el material inédito estamos publicando la Enciclopedia Pérez Siquier; ahora aparecerá en breve el tercer tomo, consagrado al monumental trabajo de la Chanca en blanco y negro. Recientemente, renovando su generosidad, Carlos nos cedió también su nutrida colección de copias de época de los fotógrafos de AFAL, sus compañeros de quinta, con los que materializó en los cincuenta la renovación de la fotografía documental española. Estas imágenes se han unido a la colección que ya atesoraba el Centro depositada por mí, de los mismos autores y de otros muchos anteriores y posteriores, lo que nos ha permitido trazar, en tres salas de la colección permanente, un convincente recorrido por la historia de la fotografía histórica española desde principios del siglo XX hasta fechas muy recientes. Desde el pictorialismo y los documentalismos de la primera mitad del siglo, pasando por los focos renovadores de Madrid y Barcelona que se juntan en AFAL a mediados de siglo para parir la moderna fotografía de autor, hasta nombres más recientes, numerosos premios nacionales de generaciones posteriores y algunos de los almerienses más notables. La obra de Carlos, por tanto, dialoga en su espacio con la de otros grandes fotógrafos españoles, especialmente con el grupo de grandes clásicos modernos al que pertenece, con naturalidad y merecida justicia. La gran sala-vestíbulo que recibe al visitante exhibe casi un centenar de obras del trabajo más reciente de Carlos, que muestran la vitalidad creativa y la capacidad de reinvención continua, apabullantes, de este joven fotógrafo de noventa años. No se lo pierdan.