El otoño ya está aquí

Las noches de otoño dan opciones que debemos aprovechar. No se puede dejar de percibir el encanto que tiene el otoño

Sin darnos cuenta hemos cambiado de estación y de mes. Y eso gusta pero también asusta porque los días pasan volando y andamos un poco perdidos. Pero vamos a lo que vamos, por favor… El 1 de septiembre empieza el otoño meteorológico, mucha gente no lo sabe pero los profesionales del asunto cuentan las estaciones por meses enteros. Así el invierno pone su gélida mano en diciembre, enero y febrero. La primavera abarca marzo abril y mayo; el verano ocupa todo junio, julio y agosto; y el otoño septiembre, octubre y noviembre. Otra cosa son las estaciones astronómicas, las de toda la vida que empiezan en torno al 21 de los meses respectivos, en los equinocios y en los solticios.

El caso es que estamos en otoño, y como casi todo en la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Los días largos y luminosos dan paso a largas noches y días sombríos, aunque el brillante sol de Almería a penas nos abandona. Esas noches son perfectas para charlar con los amigos, leer un libro, ver la televisión. Las noches de otoño dan opciones que debemos aprovechar. No se puede dejar de percibir el encanto que tiene el otoño. La belleza de esta estación que no hay ninguna otra tan delicada, tan exquisita como la otoñal. La luz del otoño tiene una inclinación exacta, perfecta, inigualable. Y si te dejas, hasta acaricia. La luz hiriente del verano es sustituida por una dulzura en el aire que hace resaltar nítidamente los objetos, los cuales parecen redibujar sus contornos y acercársenos más.

Cada día es menos madrugador y cada tarde es menos trasnochadora, pero quizás lo más intenso en estos apasionantes meses otoñales sean las inigualables puestas de sol. Desde el Paseo Marítimo que tiene por nombre el de Carmen de Burgos, “Colombine” vea como el sol araña poco a poco el horizonte hasta desaparecer por esa línea infinita. Unos bellísimos crepúsculos en los que los colores, cargados de connotaciones simbólicas y emotivas, adquieren vida propia y lloran o ríen y sueñan o juegan con nuestros sentimientos. No se puede dejar de percibir el encanto que tiene en este primer mes otoñal, sus colores, las hojas muertas de los árboles que caen con la ayuda del viento que pintan las aceras de las calles de amarillo y suenan y resuenan a nuestro paso al ser pisadas.

Estamos en otoño, que lo disfruten.

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