Los tres puntos

Existen tres tipos de “puntos de decisión” que ordenamos como macro, mini y micro

Ciertas escuelas, de disciplinas tan diferentes que van desde los negocios al deporte profesional, han estudiado con profundidad los llamados “puntos de decisión”. Estos son zonas o momentos que nos permiten parar, reflexionar, evaluar la situación y actuar en consecuencia. Teniéndolos claros podemos diseñar, de forma más adecuada, lo que vamos a hacer en lugar de lanzarnos al proyecto con la cabeza llena de incertidumbre. Existen tres tipos de puntos que ordenamos como macro, mini y micro.

El “punto macro” se sitúa, digámoslo así, en la rampa de despegue o previo al inicio del proyecto. Aquí podemos pensar y recopilar información con calma ya que estamos muy dentro de nuestra zona de confort. Esto, por contra, también limita la percepción del riesgo así que tampoco conviene perder un tiempo excesivo aquí. Es un buen momento para emplear la inteligencia analítica, es decir aquella que procesa la información para extraer información significativa y conocimiento. Pero también es un gran momento para trabajar la motivación. Toda la posible porque luego no habrá oportunidad de generar mucha más.

Una vez que la aventura echa andar llegaremos a ciertos momentos que llamamos “puntos mini”. Aquí hay mucho menos tiempo y más estrés. Percibimos el riesgo con mayor claridad y calculamos el nivel de fatiga que padecemos también con mayor precisión. El nivel de confort ha disminuido lo suficiente como para acercarnos mejor a la realidad pero no tanto como para que el estrés nos ciegue. En los puntos mini es importante emplear por igual tanto la inteligencia analítica como la intuitiva. Esta última se refiere a la capacidad de comprender y tomar decisiones basadas en la intuición, el instinto y la percepción subconsciente y no sólo depender de un razonamiento lógico.

Y en todo proyecto o camino personal llegan los que denominamos “puntos micro”. En ellos el tiempo se reduce hasta convertirse en un fugaz instante mientras que el estrés alcanza las cotas más elevadas. No disponemos de tiempo para pensar y menos aún para recopilar información, la mayor presión hace que utilicemos, sobre todo, la sensaciones. Estas nos llevan a tomar decisiones más rápidas, de supervivencia. En los puntos micro prima, por supuesto la inteligencia intuitiva.

Un breve conocimiento de estos puntos puede ayudarnos a saber en qué momento nos situamos y así avanzar o retirarnos según resulte más conveniente.

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