El aprendizaje es un acto profundamente humano. Es imposible no aprender. Por otra parte, la escuela es ese sitio por el que toda la ciudadanía ha pasado. A esto hay que unir la tradición, la formación, el perfil y la socialización del profesorado en España, que consiste básicamente en «repite lo que hicieron contigo, que como a ti te fue bien, por qué no le va a ir a los demás», además de otros mantras: «olvida las chorradas que dice la normativa, hay que hacer lo de toda la vida», «el nivel está cada vez más bajo», «estamos regalando títulos», etc. Ojo también con la visión neoliberal de las familias: «nadie sabe lo que necesita mi hijo (o mi hija) mejor que yo, que soy su padre (o madre)». Esto debieron pensarlo seria y firmemente los generales e ideólogos nazis, los padres de hijos criados en sectas o los asesinos múltiples, por poner algunos ejemplos extremos.

Debemos considerar que las ciencias sociales (como la pedagogía), las estructuras, las organizaciones supranacionales (como la ONU), son un conjunto de herramientas que nos hemos dado a nosotros mismos para garantizar, vigilar y mejorar el bienestar de la población, en todos los sentidos. Por tanto, debería alarmarnos que la ONU haya vuelto a tirar de las orejas a España en lo que se refiere a inclusión. En un informe reciente, se denuncia que exista una red de centros de educación especial, la falsa «libertad de elección de centro» de ciertas comunidades autónomas, el posicionamiento de ciertos partidos políticos e incluso la sentencia del Tribunal Constitucional que avala que existan centros de especial. Se critican igualmente el enfoque biométrico, las evaluaciones psicopedagógicas y los informes de escolarización, cuya finalidad última es la segregación. Y ligado a ello, se mencionan expresamente el incremento del acoso escolar hacia alumnado con discapacidad (por parte de estudiantes, familias e incluso profesorado) y la ausencia de campañas generales de sensibilización. Este informe, que tiene carácter vinculante, insta a que España derogue cualquier ley vigente que permita o perpetúe la segregación educativa (que son bastantes).

Si a pesar de todo lo anterior tu modelo de país es el del Duelo a garrotazos, de Goya y sigues pensando que nadie tiene ni idea (salvo tú y tu ombligo), háztelo mirar. Por tu bien, el de toda la ciudadanía y especialmente el de tantos chicos y chicas que lo sufren.

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