Libertad Quijotesca

El valor del tiempo

Pitágoras nos enseña que el tiempo es "el alma de este mundo". ¿Vamos a permitir que nos lo roben?

Con Pitágoras (569 a.C. Isla de Samos, Grecia - 495 a.C. Metaponte, Magna Grecia. Actual sur de Italia) filósofo y matemático. Se interesó especialmente por los estudios de ética, música, política y religión. Influyó en Platón (427 a. C.- 347 a.C. Atenas) y Aristóteles (384 a.C. Estagira - 322 a.C. Eubea) Cuando le preguntaban sobre cómo se podía definir el tiempo, su respuesta era: "El tiempo es el alma de este mundo". En la mitología griega Crono o Cronos, es la deidad de las estaciones, los calendarios y las cosechas. Es decir: es el dios del tiempo humano. Hijo menor de Gea y Urano, y padre de los dioses del Olimpo. Su tortuosa historia, se puede calificar perfectamente como una tragedia griega. Pocas creaciones humanas tan efectivas como la mitología y el teatro griego, para ayudarnos en la infinita tarea de comprender nuestra naturaleza humana. De Cronos procede la cronología, principal ciencia auxiliar de la historia. Determina; ordena temporalmente los hechos históricos. Sin la cronología es imposible aprender y comprender la historia, así como crear y desarrollar nuestro pensamiento histórico. Sin pensamiento histórico no hay pensamiento político, porque se anula la capacidad de autocrítica. El pensamiento político nos ayuda a prevenir los males de las derivas ideológicas, por la derecha, izquierda, centro y demás perímetros. Precisamente la historia, es la mejor maestra acerca de la importancia del tiempo en la vida. Desconfiemos del poder político que pretenda despojarnos de la historia para imponernos, tanto relatos ideológicos, como arrogantes y vanas superioridades morales. No confiemos en soluciones mágicas para todos los problemas. Las matemáticas de Pitágoras son claras: dos y dos son cuatro. Cuando abandonamos esta coherencia, nos arrebatan la libertad, o dicho de otro modo, nos roban la capacidad de disponer del tiempo de nuestras vidas. Pitágoras daba una importancia esencial a la educación: "Educar es templar el alma para las dificultades de la vida". Nuestro tiempo, aquí y ahora, está ahogado por las mentiras confortables, que nos dejan indefensos ante la barbarie totalitaria y sus tiranos. La libertad, su exigencia de responsabilidades, no debe darnos miedo. Pitágoras vuelve en nuestra ayuda, con este pensamiento sobre el sentido que damos a lo que hacemos "La felicidad consiste en poder unir el principio con el fin".

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