Economía

Un bar en cada pueblo para frenar la despoblación

  • El presidente de la Diputación prometió que todos los vecinos tuvieran acceso a un negocio hostelero

Javier Aureliano García en la reapertura del bar de Laroya.

Javier Aureliano García en la reapertura del bar de Laroya. / D.A.

Javier Aureliano García, presidente de la Diputación, lo dejó claro en su discurso de investidura. “Habrá un bar y una tienda en todos los pueblos de Almería”, defendió a capa y espada. Casi dos semanas después, en los municipios de la provincia ven con expectativa la noticia. 

“Es fundamental porque le da vida y movimiento al pueblo”, explica Raúl Guirao, alcalde de Suflí. Allí sí hay bar desde la década de los ochenta. El primer edil del municipio cuenta la importancia que ese negocio tiene en el día a día del municipio. 

“El bar es algo primordial, debe haber en todos los municipios”, recalca al otro lado de la línea telefónica. El único con el que cuenta el municipio ha dinamizado la economía local, objetivo que persigue la Diputación de cara a la legislatura. El presidente recalcó en su primera comparecencia que buscaba dar motivos para que los vecinos de la provincia no se marcharan y para que los de otras latitudes acudieran a Almería buscando un nuevo futuro. 

Juan Padilla no opina lo mismo. “No cambiaría mucho”, explica mientras atiende otras cuestiones de la alcaldía. El responsable del pueblo más pequeño es un hombre atareado, un lugar que se desangró con la migración a Cataluña durante décadas y que hoy no cuenta con servicios básicos como una escuela o un bar. Con un censo que apenas llega al medio centenar de personas, algo va a cambiar. 

“El bar está ya terminado y amueblado”, afirma. El lugar es un antiguo Ayuntamiento y está a la espera de recibir subvenciones para abrir sus puertas. “No sabe ni dios cuando se abrirá, vivimos de subvenciones”, confiesa el alcalde con grandes dosis de sinceridad. Ya hay candidatos para sacarlo adelante pero faltan los euros. “Tendremos un servicio más”, asegura.

En Suflí, los trabajos son para abrir un nuevo servicio.  “Se nota en el pueblo en el que no hay bar, vas con un amigo y no te puedes tomar una cerveza”, defiende Guirao, que anticipa la llegada de un nuevo servicio. Será una mezcla entre tienda y bar, “porque el local no da para solo una de las dos cosas”, y pretende mejorar la calidad de vida.

La idea es no dejar a nadie desprovisto el fin de semana, cuando hay personas que visitan el municipio desde otros lugares. “Sobretodo se nota el fin de semana, viene gente y puede necesitar agua o leche y necesita comprar”, explica Guirao sobre la necesidad de contar con otro espacio más. El compromiso de la Diputación se mantiene y, si todo va bien, todos los municipios tendrán su bar en 2027.

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