UD Almería I UD Ibiza I Contracrónica

¡Cómo se echaban de menos los trompicones de Sadiq!

  • Las cabalgadas del nigeriano retoman el pulso de un Almería que deja atrás una crisis dolorosa, que ha servido para comprobar que la afición es el jugador número 12

  • Al equipo le costó entrar y sentenciar, pero volvió a ser ese martillo pilón que aplana al rival a base de verticalidad

  • Crónica del partido

  • Minuto a minuto

Sadiq se enreda con Gálvez en una de sus características carreras.

Sadiq se enreda con Gálvez en una de sus características carreras. / Javier Alonso

No hay que engañar, había confianza plena en equipo y afición que ante el Ibiza iba a comenzar la remontada rojiblanca. No porque el rival fuese una perita en dulce, puesto que a Paco Jémez suele triunfar en el Mediterráneo, sino porque el equipo volvía a ser reconocible y en Oviedo se había tocado fondo. Ojalá aquel 2-0 fuera el momento más bajo, que si no... Mejor no pensar en ello y sí en remontar el vuelo.

No comenzó el encuentro precisamente para cargarse de optimismo. El balón era ibicenco y el Almería no era capaz de quitarse el ritmo plomizo y cansino de Oviedo. Daba la sensación de que los de Rubi no habían cargado el tanque de gasolina. Así transcurrió buena parte de la primera mitad, con demasiado centrocampismo y poca intención de pisar el área visitante.

Hubo que esperar a que las manecillas del reloj pasaran de la primera media hora. Una genialidad de Ramazani, por fin donde se encuentra cómodo, en la mediapunta, montó una contra que Arnau no aprovechó en el uno contra uno con Germán. La jugada fue fantástica, la definición pésima, lo que tanto les está restando a los rojiblancos en este tramo de la campaña.

Parecían despertar los indálicos en el tramo final de la primera parte. Los de Rubi trenzaron un par de buenas jugadas, sin crear peligro claro, sí que pisaron el área visitante. Sadiq estaba apareciendo y a los de Jémez no les quedaba otra que dar un paso atrás. Faltaba ese último pase o probar fortuna con algún chut lejano, pero las sensaciones habían mejorado conforme se iba calentando el choque, gracias en parte a un arbitraje malo. Lo peor que podía pasar, que el trencilla fuera el protagonista y el Almería se perdiera en protestas.

Pozo, batallador como siempre. Un pura sangre. Pozo, batallador como siempre. Un pura sangre.

Pozo, batallador como siempre. Un pura sangre. / Javier Alonso

Con una asistencia de Fernando arrancó la segunda parte. Un pelotazo del meta se convirtió en una asistencia a la carrera de Sadiq a la espalda de la defensa. El nigeriano, a trompicones, no fue capaz de batir la meta. ¡Cómo echaba de menos la afición esa forma de correr tan desgarbada y esos remates tan poco fotogénicos! No hubo gol, pero sirvió para abrir el encuentro.

Nada tenía que ver el equipo de Rubi, expulsado al descanso dentro de la caseta, con el de la segunda parte. Ahora presionaba, apretaba, asfixiaba y se hacía merecedor del gol. Ramazani tuvo el tercer mano a mano indálico del choque, herrado, pero en el cuarto iba a acertar. No fue un mano a mano al uso, más bien un cara a cara. Penalti claro cometido sobre Sadiq [supermotivado, como Rubi quería] y el belga que no fallaba. Habías ganas de festejar, de adelantarse por fin en el marcador.

El equipo volvió al terreno de juego tras haber entrado a los vestuarios para agradecer al público su apoyo. Hay comunión

En 2021, el encuentro se había puesto para que el Almería se gustara. Controlado, creando ocasiones y con un rival entregado. Es más, Ramazani tuvo la sentencia nuevamente desde el punto de penalti, pero la ansiedad se ha apoderado de este equipo en 2022 y quedaba un cuarto de hora para tratar de despegarla, de echarla a empujones. El problema, un resultado demasiado corto y un Ibiza que alguna iba a tener tras haberse salvado de la sentencia. Lo positivo, que los azules estaban volcados y con un futbolista menos.

Le iba a costar Dios y ayuda cerrar el partido al Almería. Desde que el fallo del penalti, el balón quemaba y se intuía el miedo. No apretaba, no tenías ocasiones el Ibiza, pero el balón merodeaba el área de Fernando, hasta que de nuevo las patas de Sadiq galoparon para matar en una contra. ¡Tenía que ser él quien sentenciara! Fiesta completa y como dijo Paco Jémez en la previa, ahora el Almería volverá a morder.

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