La tapia del manicomio

Cigarras y hormigas

Desde los años setenta la sedicente poderosa hormiga española, Cataluña, viene dando por saco con que "Espanya ens roba"

Cuando escribimos este artículo (sábado) están los primeros ministros de la Unión Europea peleando por los jayeres en Bruselas. La pelea está entre los países autollamados frugales, hormigas según la fábula de Samaniego, y los países cigarras -Italia y España-, sobre el reparto de los dineros que la UE prevé gastar en la recuperación del bajonazo de la pandemia. Los ricos del norte -Holanda en cabeza y sus acólitos Suecia, Austria y Dinamarca- están de acuerdo en que la Unión (no ellos) les preste dinero a las cigarras pero a devolver, es decir, ni un duro de subvención; y encima con severas restricciones y controles, nada menos que en el mercado de trabajo y en las pensiones. O sea, que si los dineros que nos da la Unión (no ellos, insistimos) nos los gastamos en pagar pensiones y desempleo, ellos se opondrán y, como hay derecho de veto, Europa no puede soltar ni un euro. Y eso a pesar de que los dos grandes, Alemania y Francia, están a favor de gastar quinientos mil millones de euros en subvenciones y doscientos cincuenta mil en préstamos, todo lo contrario de lo que pretenden los calvinistas (bueno, tres calvinistas y un católico, Austria). Para más inri, solo entre Francia y Alemania aportan mucho más que los cuatro rácanos a las arcas comunitarias. No digamos si añadimos las aportaciones de Italia y España. Cuánta razón tenía el clásico del siglo XVII cuando se preguntaba ¿tendrá que arruinarse Castilla porque los holandeses quieran ser herejes?

Lo que más jode de esta historia es que, para nosotros este hecho no es nuevo. Desde los años setenta la sedicente poderosa hormiga española, Cataluña, viene dando por saco con que "Espanya ens roba", aduciendo que ellos pagan más al Estado que lo que el Estado gasta en Cataluña. Esa cuenta sería más o menos real si no fuera porque "olvida" los beneficios de disponer del mercado único español, históricamente cerrado, y los servicios comunes del Estado (seguridad, diplomacia, ejércitos, etc.). Y encima de ser injustos y prepotentes, catalanes y holandeses presumen de pureza ética (cuando no étnica) y de superioridad intelectual. A lo mejor todo esto que estamos escribiendo el sábado tenemos que tragárnoslo el lunes, cuando ustedes lo estén leyendo, Ojalá, pero nos tememos que sigan las discusiones en el seno del Consejo Europeo, y continúen los retrasos en tomar decisiones. Retrasos que ya de por sí nos perjudican cada día que pasa

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios