En Hay que ver la de discusiones, críticas y tertulias varias que se han montado a cuanta de la gestión de la economía nacional, y resulta que todo ha quedado en una diferencia de una décima. Y encima, es una décima a favor del Gobierno. Tanto en las previsiones de crecimiento de España, como en las del déficit público se han mejorado las expectativas: el crecimiento del PIB de España (la tarta generada en 2018) ha sido del 2,6% en lugar del 2,5 previsto. El déficit (diferencia entre gasto público e impuestos) también ha bajado una décima más de lo previsto: se ha quedado en el 2.6% en vez del 2,7 de las previsiones.

Después de todo el catastrofismo que ha sembrado la leal oposición de Su Majestad (que dicen los británicos, aquí sería cachondeo llamarla leal); después de agorar los centros de estudios, banca y demás, que las subidas de sueldos, impuestos, gastos de viaje del presidente y otras barbaridades eran una ruina, resulta que la gestión económica ha sido buena. No es que sea para tirar cohetes, pero las grandes cifras de la economía se han enderezado a pesar del fuerte aumento del gasto público. La economía privada tampoco ha tenido mal comportamiento: ha aumentado el gasto de los hogares y el empleo.

Hablamos de la economía privada en su conjunto, otra cosa son los parados y los infraempleos. En esto seguimos jodidos, ya que el empleo que aumenta es el de baja estofa y hasta que no lo enderecemos no empezaremos a levantar cabeza de verdad.

En Portugal, con un gobierno socialista, está pasando algo parecido y aun mejor, y sostenido ya algún tiempo. Mientras tanto, los liberales se mantienen "impasible el ademán e inasequibles al desaliento" diciendo que estamos en la ruina, y más que vamos a estar con estas políticas sociales.

Siguen proponiendo austeridad y desmantelar la sanidad pública que nos cuesta "una barbaridad", cuando resulta que en EEUU, con una gestión totalmente privada -dicen que es más eficaz y eficiente-, se gastan el doble que en España. Y encima, nuestra sanidad está considerada entre las dos o tres mejores del mundo y la norteamericana deja mucho que desear.

Eso sí, la diferencia entre el 7% de gasto en España (casi todo público) y el 15% en USA, a algún sitio irá a parar. Y no es probable que sea al bolsillo de todos los ciudadanos. Y es que la avaricia mata al hombre, que dicen que decía la Biblia.