Reflejos

Francisco Bautista toledo

Educar en valores

En todos, la familia, libertad y dinero ganan en preferencia con la edad y la tolerancia es menos valorada

Alo largo de la escolaridad, en Primaria y ESO, se produce una variación en la escala de valores en el alumnado. En los alumnos motivados, de primaria y ESO, varía poco el orden de la escala de valores. En todos, la familia, libertad y dinero gana en preferencia con la edad, y la tolerancia es menos valorada.

La variación apreciada, entre los valores presentes en segundo de Primaria y ESO, es mayor en los alumnos desmotivados, ganando más importancia, en éstos, valores como, diversión a tope, poder, fama y dinero. Perdiendo preferencia el estudio, trabajo, cultura y solidaridad. El fracaso escolar en edades tempranas incide en la desmotivación.

La tolerancia e igualdad de sexos son pocos apreciados en todo el conjunto de alumnos. Es aquí donde hay que trabajar con ellos y sus familiares, desde los niveles de infantil hasta la finalización de la Educación Secundaria. El aprendizaje básico de valores se desarrolla en los años más tempranos, según adquiere el niño conocimiento de su entorno familiar e inmediato, y a través del aprendizaje del lenguaje, sobre todo en lo referente al significado de los conceptos básicos. Es en el aprendizaje de cada concepto lingüístico donde se contiene la valoración de cada idea o imagen.

Se sugiere que una educación en valores se puede realizar a través de un aprendizaje semántico, encaminado al aprendizaje de significados positivos de los conceptos que definen la realidad, fundamentalmente en el área de la Lengua, adaptado al nivel y edad mental de los alumnos. Aquí se abre un amplio campo por explorar: la reconducción de las conductas trabajando el lenguaje y aprendizaje del entorno. La educación en valores ha de comenzar en infantil, con una adecuada transmisión de conceptos e ideas impregnadas de valores positivos. Han de estar implicadas en esta acción las familias, por lo que se debe potenciar su colaboración.

En educación primaria, cuando los valores han sido adquiridos por los alumnos, se ha de trabajar en su potenciación, desarrollo y puesta en práctica, consiguiendo así su consolidación. En ESO el trabajo ha de enfocarse en su profundización, mejora y mantenimiento. Se conseguirá así mejorar la motivación hacia el trabajo escolar, conseguir el objetivo encaminado a desarrollar la personalidad íntegra del alumnado, y sobre todo, lograr que los alumnos sean portadores de valores mejores, que logren desarrollar la Sociedad hacia metas de mayor justicia, libertad, solidaridad, basada en la superación, esfuerzo y progreso humano.

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