Vamos a terminar el año como lo empezamos, con los presupuestos generales de Rajoy. Y el caso es que aquí seguimos, dispuestos a confirmar las teorías anarcocapitalistas sobre que no hace falta un Gobierno. La vida parece continua al margen de la política. Pero llegará enero.

Llegará enero con el gasto en pensiones y en desempleo en aumento. Lo de las pensiones ya mejor comentarlo otro día. Lo del desempleo hoy. Después de todo aquello de los viernes sociales, la única medida realmente social -como hemos dicho en ocasiones anteriores - fue la recuperación del subsidio para mayores de 52 años. Aceptado que ser mayor y encontrar empleo es parecido, en cuanto a posibilidades a ser joven y tener empleo fijo, la realidad nos dice que esas dos cosas: mayores sin trabajo (mayores a los 50 años, no se pierdan el detalle) y jóvenes entrando y saliendo del empleo se traduce en aumento de la factura del paro.

Siguiendo el dicho portugués de tristezas no pagan deudas, dejemos a un lado el tema del dinero y eso que la deuda pública está en el 97,8% del PIB, vamos que tendríamos que trabajar todo el país todo un año gratis para pagarla. La cuestión importante es que esa reforma del subsidio se ha traducido en un aumento de la protección. Es decir, hay un porcentaje mayor de desempleados cobrando algo (en la mayoría de los casos es eso, algo, literalmente, pues 430 € es lo que es).

Si nos fijamos en nuestra provincia, en la que el paro ha bajado en un año casi un 3% (que viene a ser 1.500 personas) la protección a los parados alcanzó en noviembre al 67,10% del total, cinco puntos más que hace un año, cuando no existía aún el subsidio de 52 años, y siete más que en noviembre de 2017. Es decir, el subsidio ha influido de forma notable en la mejora de la protección, pero también en ese crecimiento influye, como decía, las mayores posibilidades de encontrar trabajo. ¿Por qué? Baste este dato el 63% de las 870.000 personas que en noviembre empezaron a cobrar la prestación por desempleo (no incluyo los subsidios) lo fueron porque se les terminó un contrato temporal.

Total que en Noviembre hubo casi 36.000 almerienses cobrando algún tipo de protección por desempleo y eso son 1.800 más que el año pasado, cuando ya hemos dicho que hay 1.500 parados menos. ¿Eso es todo lo que necesitamos? ¿Aumentar la protección por desempleo? A ver, yo creo que no, que hay reformas estructurales, desde el modelo industrial al energético que requieren alguna actuación. Pero no soy optimista, seguimos anclados en reformar la reforma laboral para encarecer el despido. En fin.