último día del mes en que media España ha sido feliz y ahora comienza el Tourmalet para todos. Algo que ya notamos la semana pasada en una Feria en la que los famosos pinchos morunos han subido, las atracciones para los más pequeños casi cuestan más que ir a un parque temático o donde entrar en alguna discoteca almeriense es como llegar a Gabana de la calle Velázquez de Madrid como Cristiano Ronaldo. Para colmo, el reciento ferial ha sido un fiasco viendo cuatro casetas de sindicatos y partidos y una municipal con toldos de plástico simulando farolillos ¡Que pena!, dónde quedará aquella fiesta en honor a la Virgen del Mar con decoración y tapas de verdad. Ahora, desde que ocurrió la pandemia el modo "hincharte a comer en Almería" por 10 euros ha desaparecido, todo son las llamadas "tapas con suplemento". Luego tenemos la fiesta taurina. Bueno, mejor dicho, el día taurino, porque ha sido un día y listo. Una pena que una plaza con una tradición tan maravillosa como la merienda se acabe. Lo mejor de todo es que, como escuché en la radio el otro día, la culpa es del consumidor que ya no quiera ver nada. La razón es muy sencilla: una plaza de segunda (pero bonita a reventar) no puede tener precios de 60 euros para arriba llegando incluso a los 80 euros. Pamplona, Albacete o Almería tienen esto de la merienda tras el tercer toro y gente de media Andalucía venía a cotillear en qué consistía eso de llevar las neveras a la plaza. Otra cosa que se acaba. A pesar de todo hemos disfrutado y hemos gastado con gusto ¿La razón? Muchos lo achacan a que en la pandemia ahorramos. Espero que podamos poner algo en la hucha este último trimestre que viene, pero fíjense en el dato: un 21 % de las familias españolas se han endeudado para pagar estas vacaciones. Algo que nos recuerda a lo que ocurrió en la crisis de hace ya más de 10 años. Suenan palabras de deuda, inflación, recesión y, espero, que no de rescate, aunque por el camino que vamos y con las peleas sobre el techo de gasto del Gobierno tendremos que comernos el turrón que aún no ha caducado. Dulces navideños con un buen anorak porque el megavatio sigue disparado. Se acabó, como decía María Jiménez y llega la mala racha. Espero que llegue la buena dentro de poco.

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