Flores de Almendro

Todo periodista que se precie debe decir al menos dos veces al año que todo es como el día de la marmota

En la carretera que va desde Tabernas a Olula del Río, a principios de febrero se ven numerosos árboles cuyo verde se ve salpicado de nubes de flores blancas. Son los almendros, que por lo visto, florecen antes de tiempo como adelantando que algún día habrá una primavera y entonces estallarán de todos los colores frutos y flores de todas clases. No tengo la menor idea de fauna o flora y he tenido que buscar para saber que las flores de almendro se adelantan a la primavera y florecen en invierno, dando los frutos en otoño. El almendro o prunus dulcis sigue su calendario como la marmota que predice exactamente en esta fechas de primeros días de febrero si el invierno durará unas 6 semanas más o se adelantará la primavera. Esta vez la marmota ha dicho que durará 6 semanas más y mientras tanto todos los acontecimientos tendrán que esperar su primavera. Los almendros insumisos ante predicciones y acontecimientos, sacan su flor de todos modos. Van Gogh pintaría su almendro en flor en estas mismas fechas, preocupándose solo de que el azul del cielo tras el blanco de las flores fuese un azul claro de invierno y que el blanco fuese un blanco prístino y tan auténtico como lo verían sus ojos alejados del mundo e indiferentes a si la marmota dijera que el invierno iba a seguir más tiempo o no. Todo periodista que se precie debe decir al menos dos veces al año que todo es como el día de la marmota por la película de Bill Murray donde cada día pasa lo mismo y es falso porque cada día pasan cosas diferentes pero en nuestra inoportuna ascensión al falso cielo de la comodidad y de los derechos materializables per se vemos como siempre hay un cielo gris sobre cada cabeza y que el invierno va a ser eterno. Mientras tanto los ciclos de la naturaleza siguen su curso y nunca fallan. Y nosotros no queremos aceptar ciclos solo tiempos de bonanza para llenar un poco más el zurrón de la buena vida, que es la mala vida y no querer soportar ni por un minuto las intempestivas tempestades. En una lucha inútil e infructuosa contra la naturaleza se desatan todas las deficiencias de facultades atesoradas en el verano eterno de la vida que transcurre entre cantos de cigarra. La comodidad no vale nada, ni el esfuerzo sin meta como el que corre en circulo pensando que es lo mismo que correr para ir a algún sitio. Así eternamente la marmota saldrá cada día diciendo que aún quedan 6 semanas más.

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