Por más que el gobierno de Pedro Sánchez intente acabar con el conflicto político en Cataluña creo que lo tiene difícil. El Govern de Pere Aragonés no está dispuesto a que la situación se normalice y, según ha declarado la consejera de Presidencia Laura Vilagrá, el conflicto no acabará hasta que se celebre un referéndum de autodeterminación. "Pedro Sánchez se estaría equivocando si pensara que solo por haber abierto la línea de la desjudicialización se ha acabado. Al contrario, simplemente mirando para otro lado no se acabará". Ha dicho la señora Vilagrá en una entrevista la semana pasada. Tengo mis dudas si el gobierno de España actual o algún otro gobierno del futuro conseguirán acabar con el dichoso conflicto. Lo que sí tengo claro es que mientras haya catalanes viviendo a costa de defender la independencia y, a su vez, cuenten con el voto de independentistas fervorosos para mantenerse en el cargo que corresponda, ya sea en un ayuntamiento, en la Generalitat, o en el Congreso de los Diputados, harán todo lo posible para que el conflicto permanezca vigente. Su principal discurso no se basa en ofrecer el desarrollo de un programa concreto para implantar los postulados de una determinada ideología política, sino conseguir que Cataluña sea una nación independiente. Con el cuento de defender la independencia han vivido y están viviendo muchos catalanes ilustres con cargo en las instituciones. Pocos políticos han sido tan poderosos como lo fue en su día Yordi Puyol. Sin llegar a tanto, Pere Aragonés hoy gobierna en Cataluña gracias al independentismo y vemos a Gabriel Rufián luciendo su acta de diputado en las Cortes de España cada día que pasa con más poderío. Hasta un prófugo como Carles Puigdemont vive a cuerpo de rey a costa del independentismo. Para cualquiera de ellos la solución del conflicto en Cataluña podría ocasionarle el fin de su carrera política y no están por la labor. Supongo que saben que, según establece la Constitución, no está previsto que pueda celebrarse un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Ponerlo como condición para que el conflicto desaparezca, lo que garantiza es su permanencia. El conflicto, a su vez, es lo que justifica la existencia de los partidos nacionalistas y el desempeño de un cargo público a sus representantes. Dicho lo cual, no es la independencia de Cataluña lo que interesa a los políticos independentistas, sino su perpetua reivindicación para mantenerse en el cargo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios