Otro López

Si vendes humo académico y se dan cuenta, ponte a vender humo científico divulgativo y entonces triunfarás

Mira que la Otero ha dado en el clavo dando lecciones magistrales interesantísimas en un prime time de la radio, ella no, los expertos que ha traído. Pero cuando se le acaban los expertos y tira de los que le simplemente le caen bien, los que empiezan hablando de lo que saben, caen en desgracia profesional y terminan intentándose convertirse en un proyecto de punset de turno que en vez de seguir con los académicos trabajos que le dan prestigio, toda vez que se los echan abajo atufando con olor de fraude científico el santo y seña de venta de humo tan en boga. Si vendes humo académico y se dan cuenta, ponte a vender humo científico divulgativo y entonces triunfarás. No importa que no sea tu especialidad, ni siquiera que divulgues el mismo rollo simplista sobre la relatividad y el principio de incertidumbre, aún de forma más torpe que ya lo viene repitiendo cada mes el muy interesante (antaño muy rigurosa y prestigiosa) hasta que dejó de vender miles de revistas cuando sacaba sólo una para sacar miles de revistas diferentes y vender una de cada una de ellas. La masterclass, también antaño rigurosa, ya va por la publicidad del libro punsetero donde se mezclan las churras con las merinas, el tiempo de Planck, el cronón mirado rápido en wikipedia con el móvil, Newton, la manzana y anécdotas de Einstein y las castañeras. Cuando se tira uno por el tobogán de cantar las mañanas vale todo, es más, se hincha en la diferencia con sus colegas (o excolegas) ceñudos que sólo saben de artículos verificados de su especialidad sobre cosas que no le interesan a nadie y si encima le pillan en un renuncio, como ya están en su contra y nadie le va a entender, se arrima al mundo editorial de la divulgación para mentes que igual le dices que el tiempo no existe, como que existe y no se puede distinguir entre pasado y futuro, que el tiempo es como el espacio pero curvado por la gravedad cuántica, que la inventó Einstein y por eso los viajes en el tiempo algún día serán posibles porque total llegan las navidades y hay que vender cualquier cosa que no dé ni el más leve dolor de cabeza. Si baja el nivel de todo, bajémoslo más todavía, lleguemos al suelo de la falsa diletancia, dejemos a la caja registradora que mida la calidad, para que con la mentira encima de otra mentira pongamos las orejas de burro a los buenos expertos y las medallas a los que tienen las orejas que son de verdad.

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