Patrias

Todos somos víctimas. Todos somos culpables. Todos hemos cometido errores

Primero: No he leído el libro y no puedo opinar, no obstante, voy a opinar. He visto la película, es decir, la serie. Imagino que la película, es decir, la serie, será diferente del libro pero no obstante voy a opinar de todo en conjunto, como si fuera lo mismo. Y es que es lo mismo. Si a alguien se le ocurriera filmar una serie o escribir un libro con el tema de fondo del terrorismo y lo hiciera desde una sola de las partes, sería tildado de extremista, impublicable, anatema. Si lo hacemos poniendo el punto de vista de las dos partes, entonces puede ser todo un éxito. Para eso tenemos que tener en cuenta que los terroristas también sufrieron. Y las madres de los terroristas. Y las familias de los terroristas. Es lo que se llama equidistancia. La equidistancia es ver todo desde todos los puntos de vista e igualarlos. Así, es lo mismo el que se enrola en una banda armada, se entrena aprendiendo a disparar, a ocultarse, planifica atentados y los ejecuta, o participa en ellos, que una persona que va a trabajar, va a comprar el pan y se toma una cerveza viendo un partido de fútbol. También he visto, en aras de la paz, encuentros entre familiares de víctimas y el propio asesino en restaurantes para hablar de la concordia. Así hacen documentales donde se escenifica el fin de la guerra (qué guerra), en la que pierden todos los bandos, con la diferencia de que en esta supuesta guerra muchas de las víctimas de la una parte no habían hecho absolutamente nada a la otra y además tampoco se podían defender. Todos somos víctimas. Todos somos culpables. Todos hemos cometido errores. Es el mantra que debemos todos de cantar para victimizar a todo el mundo, el asesino y el asesinado y así vender muchos libros y hacer muchas series y documentales. Así queda todo mejor porque se evita que a nadie se le ocurra ver documentales donde se explica todo con fechas y datos. Los datos son enemigos de la concordia y el éxito, eso lo han aprendido los neohistoriadores de la neoverdad. El film justifica los medios y hace la novela negra, como han hecho todas las películas que se han hecho hasta ahora. Románticos asesinos mal afeitados que tienen literarias aventuras amorosas con barriobajeras yonquis. Historias de personas anónimas, familias anónimas y curas equidistantes. Ahora haga usted una película equidistante entre los gal y las víctimas de los también asesinos, a ver lo que pasa.

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