Protegidos contra el paro

En nuestra provincia, el año ha terminado con el paro registrado en el nivel más bajo desde febrero de 2009

Estos días se conocen los datos de protección por desempleo de diciembre. Con ellos se completa el cuadro de la evolución de empleo, paro y protección contra el desempleo del año recién finalizado. Así podremos hacernos una idea del punto desde el que parte el nuevo Gobierno y, esperemos, celebrar sus éxitos en el mercado laboral. Sobre todo porque su éxito o fracaso repercute directamente en nuestros bolsillos.

AL hablar de protección, lo más destacado de este 2019 ha sido la recuperación del subsidio de mayores de 52 años. Así que también podremos ver la influencia que este retorno ha tenido en los niveles de protección y constatar, una vez más, que los nacidos en la década de los 60, los boomer esos de los que se hacen chistes en twitter, no han tenido la misma suerte que sus hermanos mayores. Miles de personas entorno a los 50 años abandonaron sus empleos durante la crisis y una gran parte de ellos no se ha reintegrado al mercado laboral. Esta es la principal causa por la que, pese a la recuperación, la protección por desempleo que más aumenta sea el subsidio -aquello que se cobra cuando no se tiene derecho a prestación. Esta es, a su vez, la que se percibe cuando pierdes el empleo. Cuando el tiempo pasa se agota y se pasa, si se puede, al subsidio.

En nuestra provincia, el año ha terminado con el paro registrado en el nivel más bajo desde febrero de 2009, lo que está muy bien, teniendo en cuenta los duros tiempos que se vivieron después. Actualmente hay 1.500 parados menos que en 2018 (si, ha sido un año en el que el descenso del paro se ha moderado, digámoslo así). Pues bien, a pesar de ello, hay 1.000 beneficiarios del subsidio más que entonces y ese aumento se centra en los mayores de 52 años, que hoy suponen cuatro de cada diez perceptores del subsidio.

Una demostración más de que la edad es el principal obstáculo para acceder al empleo lo proporciona este dato: los perceptores del paro envejecen. Si en 2017 los parados que percibían algún tipo de protección y tenían más de 50 años eran el 35% del total, hoy más del 40% de esos beneficiarios tienen más de 50 años. Y ese aumento se debe, ya digo, a que crecen los que cobran subsidios, es decir, quienes llevan al menos dos años sin trabajo.

Y con estos mimbres, parados mayores cronificados en el paro, jóvenes entrando y saliendo del empleo lo que se traduce en más gasto en protección al parado durante el tiempo que están fuera (no está mal proteger, lo que está mal es la falta de estabilidad en el trabajo) es con lo que se encuentra el nuevo Gobierno. A ver cómo les va.

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