Las fuentes historiográficas grecolatinas constituyen la columna vertebral de la cultura occidental. En el acervo de la cultura universal su contribución y trascendencia son inconmensurables. Desde los registros documentales más antiguos ya se pone de manifiesto la preocupación e interés por dejar acta, registro y memoria de los hechos, ideas y acciones de la humanidad.

Heródoto de Halicarnaso (484-425 a.C.) historiador y geógrafo griego es considerado en occidente como el padre de la Historia; el primer autor que compuso un relato de las acciones humanas documentado, razonado y estructurado. El propio Heródoto ya nos advierte del temprano interés del poder que alcanza hasta nuestros días, por controlar, diseñar y difundir el registro histórico según intereses y conveniencias. Publio Cornelio Tácito (56-120 d. C.) historiador y político romano, escribió en su obra Historias IV, 73 "Como pretexto ponen la libertad y otras hermosas palabras.

Nadie que en la Historia haya ambicionado someter a otros bajo su dominio ha dejado de emplear esos mismos términos". Ana Comneno (Bizancio 1083-1153) primera historiadora conocida de occidente; autora que también se dedicó al estudio de la filosofía. Hija del emperador bizantino Alejo I Comneno e Irene Ducas, compuso La Alexíada, historia del reinado de su padre, en quince libros: "La corriente del tiempo, irresistible, siempre en movimiento, se lleva y se lleva todas las cosas que nacen y las sumerge en la más absoluta oscuridad, tanto los hechos sin importancia, como los hechos que son poderosos y dignos de conmemoración". Apasionante la conexión histórica de Almería con Bizancio. A orillas del Cantábrico, en la hermosa Santander, nació Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912) gran erudito español, historiador, filólogo, crítico literario y escritor. Para aprender y comprender la historia de España es imprescindible conocer su obra: "Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte.

Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche". MMP hizo el discurso de contestación al discurso de ingreso de Galdós en la Real Academia Española (7/02/1897). La obra de ambos evidencia su extraordinaria calidad humanística y el compromiso intelectual que jamás eludieron.