Hubo una época en que la llegada del otoño era anunciada por una amplia oferta de conocimiento por fascículos, desde aprenda a tocar la guitarra en doscientos capítulos al permanente obsequio de un escorpión (¿tenían un criadero o qué? Eso ya es historia. Ahora suele llegar acompañado de vaticinios. En el caso que nos ocupa, el mercado laboral, los hay bastante variados. Algunos, realizados por los mismos expertos, parecen entrar en contradicción entre sí. No tiene importancia. En la era woke, la verdad es lo que uno siente y no siempre sientes igual. Por tanto todo lo que dices es cierto (tenemos grandes ejemplos de esto en la vida política, pero dejémoslo estar).

En este comienzo de la carrera de previsiones destacan tres. Una dice que las empresas auguran una intensa creación de empleo, que Manpower ya ha calculado en ocho veces más contrataciones que a lo largo del tercer trimestre. Otra, el mismo día, cifra en 130.000 empleos los que se podrían destruir por la subida del SMI. Y la tercera habla de ERTES en las empresas de automoción debido a la falta de chips. Depende de nuestro grado de optimismo nos quedaremos con una o con otras. Lo del SMI ya se ha discutido mucho. Es cierto que no hay medidas con las que todo el mundo salga ganando. Será mejor o peor dependiendo del incremento y del resto de actuaciones laborales. En el fondo, crear empleos decentes con salarios decentes es fundamental para ser internacionalmente competitivo. Eso requiere brindar a los trabajadores una buena educación, sólida capacitación laboral y una infraestructura de apoyo. Si bien el sector privado debe crear la mayoría de los empleos, el sector público debe generar las condiciones subyacentes para una alta productividad. Quizás sea mucho pedir.

¿Y el empleo? En Almería para este vaticinio partimos con ventaja, porque el final de año es, tradicionalmente, el de mayor volumen de creación de empleo. Un aumento normal supondría terminar 2021 con unos 10.000 empleos más. Un momento excepcional fue el inicio de la recuperación anterior. El año 2015 terminó con 20.000 empleos por encima del año anterior. Por tanto, cuanto más nos situemos cerca de esta cifra más acertados estarán los que opinan que la recuperación es rápida, y cuanto más cerca de la primera lo estarán quienes creen que pasado el efecto rebote, iniciamos un valle en el que el descenso del desempleo será, otra vez, lento.

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