Vinos y barcos

El día en que un susodicho se preocupe por los detalles, el municipio implosionará y desapareceremos todos

Querido Paco Calavera: Debes saber que yo también lamento profundamente la desaparición de aqueste bar que tu y yo conocemos. Pero debes comprender que los caminos de la política municipal son inescrutables e inextricables y que ni siquiera los escrutan ni extrican ellos mismos. En política municipal un hoyo es más que un simple hoyo con una máquina excavadora parada perennemente delante de él. Una política municipal donde todo se hace expedito es un sinsentido en sí mismo, un oxímoron, un absurdo y una traición gigantesca hacia nuestras tradiciones. En política municipal todo debe tardar eternidades inmensas, el paso de un simple pliego de papel de una mesa a otra, el arte de hablar sin destacar nunca ninguna intención clara, el arte de defender siempre el fracaso y sobre todo ser y estar. La política municipal no consiste sólo en arreglar un bache, además, los baches que parecen tan tontos de arreglar como echar un poco de cemento y ya está, llevan siglos de organización y cientos de resoluciones. Y quién lo agradece, nadie. Pero a quién no le gusta una de esas obras interminables en las calles de mayor tránsito, esa realineación necesaria de los bordillos, ese levantado total de calles montando el cirio padre, que siempre va en beneficio del ciudadano, aunque tú (ni yo ni nadie) no lo entiendas. Debes comprender que el día en que un susodicho en Almería se preocupe por los detalles, con una conciencia que abarque todas las áreas y barrios en plenitud de dedicación y cercanía, ese día el municipio implosionará y desapareceremos todos y eso sí que no podemos tolerarlo. Debemos aferrarnos a la idiosincrasia que ha mantenido intacta nuestra capital durante siglos. Y sí, lamento que ya no vayamos a poder volver a vernos en ese bar, de forma inesperada, cuando no hay nadie, para hablar de cosas que no van a ninguna parte, con años de intervalos en la memoria de un entente invisible y diría más, inexistente. Y ahora que todo desaparece lentamente tendría que ser optimista como el político aquel que dijo que el Museo del Cine era único en Europa (y tanto) pero nunca he tenido esa capacidad para negar lo evidente, tan útil, que tantos réditos da para uno mismo y tan pocos para los demás. Vaya por hecho ese algo tomado en horas baldías y que sea virtual que es lo mismo que decir que no lo es. No sé hacer coplas a la muerte de un bar, sólo se hacer conocidos breves.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios