La tapia con sifón

Vinos en los restaurantes

Les deseo suerte, que no estamos sobrados de buenas mesas con este nivel de cocina

El sábado pasado dejé apenas apuntados algunos temas que se me habían acumulado durante las vacaciones. Uno que merece comentario más amplio es el de dos bares que me cobraron vinos en cuyas etiquetas decía "Producto promocional. Prohibida su venta". Aparte de la picaresca económica, me parece relevante que se frustren una promociones que son necesarias para unos vinos excelentes -jerez y montilla-moriles- cuyo consumo está muy por debajo de lo que merecen por su calidad y precios. Como dice César Saldaña en su estupendo "El libro de los vinos de Jerez": "Existen pocos vinos tan conocidos por el público y con un número de consumidores habituales tan bajo". Con promociones como las frustradas que comento, muchos clientes se sorprenderían al probarlos; y más de uno se haría adicto. Pero el escaso interés de los hosteleros y la poca formación de la mayoría de camareros no contribuyen a su difusión. Aparte de los casos extremos como el que estoy comentando, hay muchos otros: la mayoría no incluyen ningún vino de Jerez o Montilla en su (generalmente escasa y rutinaria) oferta vinícola. Y algunos llegan al extremo de no ponerlos en su carta de vinos a pesar de tenerlos en existencia. La "explicación" que suelen dar es que casi nadie los pide. Claro, lo que no se ofrece no se suele pedir, y menos si es un producto tan poco promocionado. y los que sí lo pedimos, lógicamente no volvemos a pedirlo donde sabemos que no lo hay. O no vamos más.

Otro tema que dejé apuntado fue el comentario del novísimo restaurante Ginés Peregrín (calle de Méndez, 6). No voy a hacer una crítica en toda regla porque solo he comido una vez y porque está empezando. Vaya por delante que la comida es buena, con materias primas de calidad y bien tratadas. Los puntos de cocción fueron correctos y las guarniciones adecuadas, aunque dos las repitió en distintos platos del menú degustación. Las otras dos patas básicas de la oferta, el servicio y las bebidas, están aun en rodaje: la oferta de bebidas es mínima y es necesario que adquiera pronto la entidad y variedad que su buena cocina necesita. Y el servicio es amable, pero debe estar informado del contenido de los platos. El espacio, pequeño y acogedor, está decorado con gusto y el montaje de las mesas también está bien diseñado. Les deseo suerte, que no estamos sobrados de buenas mesas con este nivel de cocina.

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