La actitud es todo

Una actitud positiva no es visualizar que todo irá bien. Es ser realista, sensato, consecuente y honorable

Escribo este artículo horas después de haber presenciado el encuentro del Almería frente al Mallorca. No se me asusten, no me atrevería a escribir una crónica deportiva. Me falta todo: conocimientos, capacidad e interés para hacerlo. Pero es cierto que el partido y lo que percibí en él ha hecho que sustituya la temática que tenía pensada para hoy.

Recuerdo haber leído alguna vez que “más vale actitud en la incertidumbre qué aptitud en la comodidad”. Y es que esta cualidad es tan importante que determina el destino de individuos, equipos e incluso naciones. Si nuestro Almería se raja cada vez que llega un momento importante o Vietnam le ganó el pulso a los poderosos EEUU se explica en gran medida por la actitud. Definimos esta como la disposición emocional y mental con la que enfrentamos la vida y respondemos a las diferentes situaciones que no presenta.

Y si bien es verdad que estamos invadidos por gurús de la psicología positiva (que desvirtúan este mensaje) no es menos cierto que trabajar en nuestra actitud puede dotarnos de una herramienta que modifica nuestra forma de afrontar el mundo. No se trata solamente de ver las crisis como oportunidades, de este mensajito ya estamos hartos. La verdadera labor en lo que se refiere a la actitud se basa en anclar nuestra conducta a la honestidad, a la resistencia y a la aceptación. Si las cartas vienen mal dadas no las vamos a cambiar por “pensar en positivo”, claro. Pero una actitud favorable nos hará jugarlas con más decencia. En la vida real perdemos. Y perdemos más veces de las que ganamos, es así. Pero cuando se llega a la derrota habiendo hecho todo lo posible construyes un peldaño que te asciende al siguiente nivel. De fracaso en fracaso hasta el éxito. Una actitud positiva no es visualizar que todo irá bien. Es ser realista, sensato, consecuente y honorable. Es terminar con la cabeza alta y poder sostener tu propia mirada frente al espejo. Yo no tengo ni idea de fútbol pero si el Almería se desangra es porque sobre el campo ves a hombres sin fe, inconstantes e incapaces, salvo milagro fugaz, de terminar un partido arrancando los aplausos de su gente, con independencia del marcador. Y si a Ho Chi Minh le preguntaran cómo condujo a los vietnamitas hasta la victoria contestaría “que no lo sabía, pero sí sabía que no se vendió y no se rindió”. Ya lo dijo también Einstein: “la actitud es todo, elige una buena”.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios