El baile político

No sabemos cuánto durará este baile político similar a un teatro de opereta para no ahondar en desigualdades

Algunos siguen creyendo en la Ilustración como la gran promesa de que la razón y la ciencia iban a ser la panacea para alcanzar la Justicia Social y el Estado del Bienestar, al convertirnos en mejores seres humanos al no depender de prejuicios y emociones que siempre nos hipotecan la perfección en la felicidad. Tras este periodo en el que se desarrolló la Revolución Industrial y dos guerras mundiales, y un sinfín de conflictos bélicos, que nos tenían que haber enseñado que la razón, la ciencia y la tecnología no son suficientes para dar respuesta política a las demandas e inquietudes de una sociedad cuyos problemas morales y falta de empatía no los resuelve la robótica. El devastador neoliberalismo y su antítesis el marxismo, hoy muy presentes en la sociedad europea, especialmente, en la española, que han hecho retrasar los relojes al primer tercio del siglo XX, no son capaces de percibir la injusticia social, los que se sienten humillados por el trato cotidiano debido a la falta de empleo y expectativas nada halagüeñas de futuro, y que por acción u omisión de nuestros asimétricos gestores, están dando lugar a guetos de desesperanza, cuando lo único que reclamamos es el derecho a sobrevivir en paz. Tenía una confianza idealizada que los movimientos políticos surgidos en estos años iban a dar respuesta a los problemas estructurales más complejos, más globales y sistemáticos. Al menos, eso se escuchaba en las protestas sociales, culturales y políticas y actos de afirmación nacional, respectivamente, y nos estamos encontrando cada día que pasa con un delicado equilibrio y una fragilidad insostenible, que no sabremos cuánto tiempo durará este baile político similar a un teatro de opereta para no seguir ahondando nuestra patria en mayores desigualdades y precariedades. Vivimos días extraños, porque un país en donde se quiere arrasar la educación concertada y privada, supondrá desmembrar el sistema democrático social, incidiendo de forma individual en las personas a la hora de poder ejercer como ciudadanos libres, como agentes del progreso, pudiéndonos llevar a otros escenarios, a otros espacios no deseados, fracturándose entre los distintos sectores de la sociedad, entre los sectores más pudientes y la sufridora clase media y los sectores más vulnerables. Es necesario por los derechos civiles, las libertades individuales y la justicia social, la unidad de acción sea "Mejor Unidos", "España viva", "España suma"

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