Publicados los datos de paro registrado de enero la pregunta es ¿Han sido peores que otros años? Veamos el panorama. El desempleo subió en nuestra provincia en 1.006 personas hasta los 69.674 parados; los incluidos en un ERTE aumentaron en "tan solo" 211 hasta 5.424. Comparados estos datos con los de los últimos años observamos que en 2018 y 2019 el incremento fue superior al de ahora. Unas 1.500 personas cada uno de esos años. También que en el momento de la recuperación de 2014 y 2015, esa subida superó las 2.000 personas. ¿Ha sido, entonces mejor este año y, de ser así, por qué? Bueno, no ha sido mejor. Lástima. El desempleo ha subido menos de entrada porque en Navidad el empleo no creció. Recordemos que incluso y por primera vez en 10 años, el paro creció -poco, pero creció- en diciembre. Una economía tan estacional como la nuestra que aumenta el empleo en Navidad por la Hostelería y el comercio no realizó esas contrataciones así que no puedes perder un empleo si no lo tienes. Lo cierto es que hoy la cifra de desempleados es un 23% y 13.411 parados más que hace un año. Y la posibilidad de cronificación en el desempleo, esto es, seguir sin trabajo en los próximos meses, es infinitamente mayor. Quien era contratado en Navidad y Semana Santa va a perder ambas contrataciones. Las restricciones -y los contagios- derivadas de la tercera ola no permiten el optimismo. Vale, pero, entonces ¿Por qué los ERTES, la medida que ha impedido una destrucción de empleo que ríete tú de la de 2008, solo han subido en 211 personas? Pues bien, los cierres de hostelería y comercio no afectaron a grandes municipios de la provincia hasta el último miércoles de enero cuando se unió Almería capital y localidades como Roquetas y El Ejido siguen abiertas. Pero si Almería cerró el 27 de enero es fácil vaticinar que el incremento de los ERTES será en febrero.

No olvidemos, además, a los autónomos. En octubre, por ejemplo, 2.500 autónomos solicitaron la prestación. Este enero han sido 4.442, y eso son 658 más que en diciembre. Para colmo de males, no olvidemos que puesto que es en febrero cuando entre en vigor la prorroga y cierta mejora de esta protección, las solicitudes unidas a los cierres de finales de enero aumentarán el daño a los autónomos.

¿Será mejor febrero? Confiemos en que el descenso de contagios permita reaperturas a finales de mes y que no volvamos a cerrar quince días después, claro. Es decir, la incertidumbre no ayuda. Ayuda la vacunación y la reducción de infecciones y todo eso ya vemos cómo va.

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