Lunes Santo, en defensa y apoyo al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, por su visita institucional en la ciudad del Vaticano al Santo Padre, el Papa Francisco I. No se podría realizar en unas fechas tan especiales para los cristianos, de gran carga evangélica y espiritual, en la Semana de Pasión, epílogo de periodo litúrgico de la Cuaresma, que ha dado paso a la Semana Santa, a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, Hijo de Dios.

Para todos los cristianos y para los cofrade, en momentos de reflexión cuaresmal y de conversión en el pensamiento de los laicos con responsabilidades gubernamentales de hacerse presentes a viva voz, dentro del marco constitucional y democrático, los valores morales y éticos, los cuales se derivan del ejercicio del servicio vocacional político al bien común a través de la gobernanza y la gestión pública.

Excelente, que el presidente Juanma Moreno, hermano – cofrade malagueño, le haya cursado invitación al Papa Francisco para que visite la región de Andalucía, España, siendo este ofrecimiento de una gran importancia cívico-social para la comunidad, para toda la ciudadanía, pero, sobre todo, pastoral, para que pueda ver y sentir el Papa, a pie de calle, los sentires más profundos y hondos de la tradición cultural y religiosa en torno al catolicismo popular en total comunión eclesial.

Claro está, que habrá conversado de otros temas de interés para las personas y así se lo ha manifestado a los medios de comunicación, como son los problemas relacionados con los conflictos bélicos, el drama de la migración, los hechos que acontecen en torno a la situación climática y otros más, pero para los cofrades, que el presidente Juanma Moreno ha podido conversar en su discernimiento sobre Hermandades y Cofradías, asociaciones cristianas bajo la tutela de los obispos diocesanos, es de gran trascendencia para las mismas, por los objetivos humanísticos que persiguen estas asociaciones cristianas de fieles.

Las Cofradías, ajenas por su propia naturaleza a la polarización política, no se dedican en el día a día, exclusivamente, a organizar los cortejos de las Estaciones de Penitencia y Procesiones de Alabanza, sino gran parte de su quehacer en el ámbito fraternal se dirigen a la caridad, a ser misioneros de la palabra y de apostolado junto con la fe y la esperanza, colaborando filantrópicamente bajo la dirección espiritual con Cáritas parroquial, Banco de Alimentos, Manos Unidas, etcétera, coadyuvando a paliar situaciones de exclusión social con pasión religiosa.